‘El pequeño tamborilero’: las diez versiones más locas, y las dos absolutamente esenciales
Posiblemente es el villancico que más versiones ha generado. Algunas son brillantes y otras directamente surrealistas
El título original es The Little Drummer Boy (El pequeño tamborilero o El tamborilero en su versión en español) y existen varias teorías sobre su procedencia. La más fundamentada dice que es una canción checa que adaptó al inglés la pianista estadounidense Katherine Kennicott Davis en 1941. El caso es que ella y sus familiares están podridos de dinero, ya que cada vez que suena este villancico hacen caja. Y eso pasa todas las navidades y en casi todos los rincones del mundo.
Se ha versionado miles de veces (literal), en todos los idiomas y por toda clase de artistas. Incluso primeras figuras como Frank Sinatra o Bob Dylan no se han podido resistir.
Nos las hemos escuchado todas para seleccionar las más rarunas, y las dos más excelsas...
Las diez más locas
- Bad Religion: la punk
Por si alguien dudaba de la trascendencia de El pequeño tamborilero: aquí está hasta una versión punk. Se encargan de ella los californianos Bad Religion, 40 años viviendo en el lado acelerado de la música. Una pega le vamos a poner. El grupo se ha dejado influir por la candidez de época: hubiésemos preferido más rabia.
- Sergio Dalma: la excesivamente eufórica
Lo tenía todo para triunfar. Una orquesta de tropecientos músicos y un coro igual de multitudinario. Pero Sergio Dalma se pasó de entusiasta. Esos giros pretendidamente soul encajan malamente en una interpretación en castellano (El pequeño tamborilero) de este clásico que siempre tendrá el listón muy alto gracias a la versión de Raphael.
- Joan Jett and the Blackhearts: la rockanrolera
Antes pasaban cosas así. En un disco que se llamaba I love rock and roll se incluía una pieza navideña. Nada que objetar si está tan lograda como la que nos ocupa. Atención a cómo pronuncia las "r" de porromponpón Joan Jett. Y escuchar hasta el final, que hay un sucio desmadre guitarrero muy poco navideño.
- Boney M.: con bolas de espejitos
En 1981 la música disco agonizaba. ¡Había que hacer algo para sobrevivir! A Boney M., que los habíamos bailado hasta descoyuntarnos (Rasputin, Rivers of Babylon...), se les ocurrió hacer un disco de villancicos. ¿Se podía bailar? Eso ya depende de cada uno.
- Christopher Lee: la heavy
El actor Christopher Lee publicó varios discos de heavy metal... ¡cuando tenía noventa años! Esa edad tenía cuando grabó esta siniestra versión de simpático villancico que asustaría hasta al personaje cinematográfico que le dio más popularidad a Lee, Drácula. Advertencia: no ponerle esta canción a los menores de diez años.
- Kenny G: la soporífera
Kenny G es un experto en adormilar al personal. Si encima la canción que interpreta es de por sí ya un poco blandurria, pues ZZZZZZZZ. En el vídeo de YouTube con esta canción aparecen comentarios de gente feliz alabando la pieza. Casi todos son el inglés. La nota discordante la pone un mensaje en español que dice: "Justo y preciso para torturar a tu peor enemigo". Pues eso...
- New Kids On The Block: la escacharrada
En plena vorágine de éxito de esta boyband (estamos en 1989) llegó la Navidad y, cómo no, New Kids On The Block editan un disco enterito de villancicos. Por supuesto se incluye este clásico, que debido a un sonido metálico (y antinatural) de batería parece una canción escacharrada. Vamos que, entre esa voz impostada y la percusión, parece como si tú y tu hermano la hubieseis grabado en la cocina de casa.
- Earth, Wind & Fire: la tribal
Fuego sobre la nieve. Esto es lo que proponen Earth, Wind & Fire, institución de funky disco. Su versión del villancico parece sacada de la banda sonora del Libro de la selva. Percusiones tribales, voces góspel... Todo muy poco navideño, pero la mar de bailable.
- The Dandy Warhols: la psicodélica
Algún ultra de la nostalgia navideña se rasgará las vestiduras, pero lo cierto es que esta psicodélica versión del Pequeño tamborilero de los Dandy Warhols está muy bien. Eso sí: más que en una cena familiar navideña pega en un after.
- Justin Bieber: la juguetona
Nos esperábamos lo peor cuando el muchas veces repelente Justin Bieber anunció que iba a hacer una versión de The little drummer boy. Pero el muchacho sale con originalidad del asunto. Pide al rapero Busta Rhymes que le eche una mano y lo que sale es una versión electro rapera muy juguetona. Que no está nada mal, vamos.
Las dos esenciales
- Raphael: solo lo podía hacer él
Vean el vídeo de la actuación de Raphael en 1967. Solo 24 años tiene el huracán de Jaén. La forma de caminar, coincidiendo con los toques de tambor (pum, pum, pum) y el movimiento de micrófono con la muñeca. No había nadie tan chuleta como él. "El camino que lleva a Belén, baja hasta el valle que la nieve cubrió...". Vean cómo le sigue la cámara. Porque él no sigue a nadie, ni siquiera con 24 años. Raphael editó en 1965 un disco de Navidad de cuatro canciones. E incluyó la versión en castellano de The Little Drummer Boy más famosa de la historia, que tradujo como La canción del tamborilero. Con una personalidad apabullante a pesar de su juventud, con ese estilo engolado, con esa falta de vergüenza, esta versión es absolutamente esencial. Una cosa más: si alguien dudaba de que el ego de Raphael era más grande que cualquier cosa, vean el gesto que hace a la cámara (desde el minuto 2,38) en el momento que canta: "Cuando Dios me vio tocando ante él, me sonrió". Primero se frota la nariz de forma muy llamativa y luego se le lee en los labios: "Sí, a mí". O sea, que sí, que fue Dios el que le sonrió a él y a nadie más.
- David Bowie con Bing Crosby: la modernidad y la tradición para una versión ma-ra-vi-llo-sa
Uno tenía 30 años, el otro 74. El más joven odiaba los villancicos, el mayor adoraba la Navidad. Los dos eran divos, geniales y arrogantes. Era el año 1977. David Bowie fue porque Merrie Olde Christmas (de la cadena estadounidense CBS y presentado por Bing Crosby) era "el programa favorito de mi madre". Cuando llegó Crosby le propuso interpretar a dúo El pequeño tamborilero. Al rockero le espantó la idea ya que no le gustaba nada la canción. Entonces, a los guionistas del programa, Larry Grossman y Buz Kohan, se les ocurrió una idea: crear una nueva melodía, llamada Peace on Earth (Paz en la tierra) para que Bowie la interpretara sobre la letra original, que mientras entonaría Crosby. El resultado es brillante. Todo empieza con un "esta es la canción favorita de mi hijo", de Bowie. Se refiere a Duncan, hoy respetado director de cine. Aquí se puede ver:
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