_
_
_
_

King Kong aparece en Tokio

carl court (getty images)

KING KONG salva a su amada de caer al vacío, pero esto no es el Nueva York de la película de 1933 ni el entonces rascacielos más alto, el Empire State, sino el bajo edificio de una tienda de 24 horas de Tokio, que pasaría inadvertida si no fuera por la gigantesca escultura del gorila convertido en monstruo enamorado de una humana. Llamar la atención en una ciudad llena de neones y de edificios impactantes no es sencillo, pero esta figura cinematográfica de cartón piedra convierte esta esquina del barrio de Sangenjaya en candidato a fondo de selfie. 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_