Amaia Salamanca ya tiene su paraíso
Consolidada como actriz, su relación con Rosauro Varo, padre de sus tres hijos, le ha permitido acceder a la 'jet set' española
Catalina, o Cata, fue el personaje que la catapultó a la fama gracias a la serie Sin tetas no hay paraíso (2008), aunque sus fieles admiradores la siguen desde dos años antes, con la menos exitosa SMS, Sin Miedo a Soñar. Pero fue gracias a la historia de amor surgida entre el mundo de las drogas y la prostitución que protagonizó junto a un jovencísimo Miguel Ángel Silvestre, el Duque, cuando Amaia Salamanca se convirtió en una estrella.
Después interpretó a Letizia Ortiz en la miniserie sobre la pareja real y, más recientemente, ha aparecido en series españolas como Gran Hotel, Velvet, La embajada o Tiempos de guerra. A sus 32 años se ha consolidado como una de las intérpretes más conocidas del panorama nacional y sigue brillando en cada una de sus apariciones, tanto en la pequeña como en la gran pantalla, donde ya acumula siete películas como protagonista. Además, firmas como Woman’s Secret, Amichi, Oral B o Revlon se la rifan para sus campañas publicitarias.
Su estela no se apagó cuando, hace cuatro años, decidió parar un tiempo al quedarse embarazada. Poco dada a hablar de su vida personal, en este terreno Salamanca también ha logrado otro de sus mayores triunfos: formar una familia numerosa junto al empresario Rosauro Varo, el padre de sus tres hijos: Olivia (4), Nacho (3) y Mateo (2).
Se conocieron en Ibiza por amigos en común en 2010. Él es un empresario de éxito que intenta pasar desapercibido ante los focos que atrae la actriz, pero su nombre también aparece en la lista de los grandes millonarios de España. Varo, de 39, es dueño de un importante holding empresarial que cuenta con mil licencias de Cabify en Madrid y Barcelona, en 2016 vendió por 158 millones la compañía Pepephone, de la que era dueño junto con su socio y amigo Javier Hidalgo —hijo del dueño de Globalia, Juan José Hidalgo—, y, además, tiene negocios inmobiliarios y es propietario de empresas de hostelería y ocio.
La pareja acostumbra a mantenerse siempre en un segundo plano, por eso la actriz suele acudir a las alfombras rojas sin su compañía, pero no es raro verles disfrutar de vacaciones en familia en Marbella, donde poseen una casa en una de las zonas más reputadas, o en Sevilla, ciudad natal de él, donde han adquirido un palacete.
Su presencia en los eventos más exclusivos también es habitual. No faltan a ARCO, tienen sitio reservado en las casetas más cotizadas de la Feria de Abril de Sevilla, y fueron uno de los invitados estrella a la tan aclamada boda de Marta Ortega y Carlos Torretta en A Coruña el pasado fin de semana. “Fue una maravillosa celebración. Estaba espectacular, feliz, radiante... Lo pasamos genial”, ha asegurado la actriz sobre el enlace de la heredera de Inditex que, junto a los modelos Jon Kortajarena y Eugenia Silva, forman una de las pandillas más destacadas de la jet set española.
Salamanca se define muy crítica consigo misma. Algo que demuestra en cada papel que prepara y de forma especial en el teatro. Debutó en 2015 con La marquesa de O y el año pasado protagonizó La Orestíada junto a Ricardo Gómez en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Una dureza que también aparece cuando, de manera casi constante, recibe críticas por su cuerpo y su excesiva delgadez. “Hago esfuerzos por engordar”, ha repetido en varias ocasiones. “Hay veces que se banaliza con estos temas. Se habla de anorexia o bulimia y son cosas muy serias. Ha sido puramente trabajo. No soy anoréxica. Estoy trabajando mucho, estoy con los niños… Es una etapa de mi vida en la que, de repente, estoy más consumida”, tuvo que explicar la actriz a finales del año pasado para zanjar la polémica sobre su físico. Intenta cuidarse y le encanta el deporte, como muestra en sus redes, donde no hay ni una imagen de sus hijos ni de su pareja.
Pasar por el altar no entra en sus planes. Ahora quiere centrarse en su trabajo y en la educación de sus pequeños, “la parte más difícil”, admite Salamanca, quien nunca ha ocultado que tiene mucha ayuda para cuidar a sus hijos, por lo que se siente una privilegiada. En el ámbito profesional, la actriz acaba de terminar el rodaje de A pesar de todo, una producción de Netflix donde comparte protagonismo con Macarena García, Belén Cuesta y Blanca Suárez, y pronto estrenará ¿Qué te juegas?, con Javier Rey y Leticia Dolera. Trabajos que prometen ser dos triunfos más en su paraíso.
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