La búsqueda del momento preciso en el que la luz desvela la personalidad de un paisaje puede durar meses o años. El autor ha recorrido paisajes recónditos de todo el mundo para observarlos, conocerlos y, con suerte, captar ese instante crítico en el que la fotografía imaginada ocurre. Desde bloques de hielo hasta níveas dunas, tiempo y paciencia son claves para atrapar su esencia.
Los fuertes vientos de altura que barren la Patagonia chilena dibujan llamativas nubes que sobrevuelan uno de los grupos montañosos más bellos del mundo, los Cuernos del Paine. Durante el invierno austral, la luz ideal para fotografiarlas es la del amanecer.Luis VilariñoUna enorme nube descarga lluvia torrencial sobre las montañas de San Andrés, que rodean las dunas del White Sands National Monument, en Estados Unidos. Su arena se confunde con la nieve debido a su extrema blancura.Luis VilariñoEl Estrómboli es el volcán más activo de Europa y requiere una planificación de meses captar una imagen en la que la Luna se sitúe sobre la cima de la montaña.Luis VilariñoEste bloque de hielo que se movía a merced de las olas del Atlántico Norte está fotografiado desde dentro del agua.Luis VilariñoLlegar a este rincón de Arizona supone tres horas en coche por una pista de arena para ver cómo estos estratos de colores se retuercen creando el efecto de movimiento, como si la roca fluyese.Luis VilariñoDesafiando la lógica, el árbol crece en una olla esculpida por la pertinaz erosión en medio de la arenisca roja en el suroeste de Estados Unidos. Está a un par de horas del pueblo más cercano, donde las temperaturas sobrepasan los 45 grados.Luis VilariñoÉpoca de lluvias en una escondida zona de Nuevo México, donde se adivinan las poderosas fuerzas que han esculpido las rocas.Luis VilariñoEl sol asoma regalando la única nota de color a una mañana en la que trozos de hielo glaciar están varados en una playa de arena volcánica en el sur de Islandia.Luis VilariñoEsta playa del sur de Islandia tiene un singular sistema de dunas de arena volcánica coronadas por el afilado perfil de las montañas costeras. Aquí, con la luz del cielo de un atardecer otoñal.Luis VilariñoCuando este lago de las Rocosas canadienses se congela forma grietas que dejan de recibir agua de las montañas en lo más crudo del invierno.Luis VilariñoLa fuerza de la gravedad no parece afectar a estas rocas que se mantienen en un delicado equilibrio.Luis Vilariño