La ingeniería se feminiza en Dar es-Salam
La formación de mujeres ingenieras hace vislumbrar un nuevo eslabón para la innovación en una de las ciudades de más rápido crecimiento del mundo
Dar es-Salam es la ciudad de más rápido crecimiento en África, y en un intento para descongestionarla, muchas mujeres se están formando como ingenieras profesionales para lograr una transformación urbana de la que apunta a convertirse en una de las megaurbes más pobladas del planeta. Recientemente, 441 mujeres han podido completar su capacitación como ingenieras gracias a una beca exclusiva para mujeres del Programa de Aprendizaje para Ingenieros (SEAP), implementado por la Junta de Registro de Ingeniería, un trampolín para las economías familiares y un nuevo eslabón para la innovación en Tanzania.
A pesar de que ya en 1976, se graduaron las primeras mujeres ingenieras de Tanzania, las estadísticas oficiales muestran que para 2009 solo el cuatro por ciento de todos los ingenieros registrados en el país del este de África eran mujeres. Iniciado en 2003, el programa —financiado con 1.65 millones de dólares por el gobierno noruego—, ha hecho que el número de mujeres ingenieras en Tanzania se haya duplicado, pasando del 4 a cerca del 9 por ciento en la actualidad. Dotando a las becadas de conocimientos y experiencia, hace que las jóvenes ingenieras tanzanas se hagan un lugar en un campo mayormente dominado por hombres.
Gracias a un sueldo mensual, las mujeres no solamente son formadas en las tareas clásicas de la ingeniería sino que además, pueden seguir apoyando a sus familias a nivel económico a la vez que adquieren habilidades laborales nuevas. Esto tiene un efecto dominó para la economía doméstica, pero también para el desarrollo de la ciudad más poblada del país, y de Tanzania en su conjunto.
Según un informe publicado por la Royal Academy of Engineering de Londres, existe un fuerte vínculo entre la capacidad de ingeniería de un país y su desarrollo económico. Y es que los ingenieros, no solamente están calificados para diseñar puentes o carreteras, sino que además, pueden contribuir enormemente en el desarrollo de infraestructura digital, aumentando la productividad nacional. Según el informe, publicado en 2016, los países del África subsahariana podrían impulsar el sector de la ingeniería al emplear más ingenieras en la línea de lo que acontece en Dar es-Salam.
La creciente fuerza laboral femenina en el mundo de la ingeniería será vital en la demanda de soluciones innovadoras en un momento en que las principales ciudades de África buscan nuevos enfoques más innovadores y sostenibles en la planificación del siglo XXI, tanto como mano de obra cualificada para cimentar la industrialización del continente que muchos organismos internacionales alientan a desarrollar. Además, se espera que las jóvenes ingenieras de Dar es-Salam inspiren a más chicas a estudiar ciencias y matemáticas, para convertirse en las nuevas líderes de la innovación urbana del continente.
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