La concursante Marina Jade aseguró en una reciente entrevista con ICON que poner su nombre en el buscador de Twitter llegó a convertirse en una "adicción tóxica". No obstante, consciente de que si alguien habla de ti sin mencionarte directamente no es para decir cosas bonitas, actualmente lo evita. "No me hace falta que la gente me haga daño, ya me lo hago yo sola".
El hábito al que se refiere Jade "puede ser especialmente peligroso para aquellas personas a las que les importe mucho el qué dirán, hacer el ridículo y meter la pata", afirma García Huete. Puede derivar en Trastornos Obsesivos Compulsivos (TOC) que se acentúan con el escrutinio público.
Para evitarlo "es importante aprender a encajar las críticas para que nos duelan lo menos posible. Y discernir entre las acertadas, con el fin de tomar nota, y las que buscan solo hacer daño", asevera el experto.
Durante la pasada edición del concurso, la joven sevillana también hizo públicos sus problemas de ansiedad y autoestima. En este sentido, los expertos coinciden en que a día de hoy sigue habiendo muchas personas que temen acudir a un psicólogo o a un psiquiatra porque las enfermedades mentales siguen siendo tabú.