Gourmet Race, cocinar navegando

A primeras horas de la mañana del sábado 6 de octubre, un total de 28 embarcaciones, entre veleros y barcos de motor de pequeño calado, iniciaban una singular regata por la bahía de Moraira. A bordo, amigos y aficionados a la cocina con la inclusión esporádica de algún que otro profesional de la hostelería del entorno. Todos dispuestos a demostrar sus habilidades culinarias. Acaba de dar comienzo la VII Edición de la Gourmet Race (Moraira-Teulada), que en cinco ocasiones anteriores ha tenido como presidente del jurado al fallecido Joël Robuchon, habitual de la zona.

En ningún caso el objetivo de los concursantes pasaba por alcanzar las primeras posiciones. Se trataba de cocinar de la mejor manera posible y con los escasos medios disponibles las caballas que recibían por parte de la organización al iniciar su sucinta singladura. Una regata festiva, sin normas rigurosas, en la que no pocos zarpaban con ingredientes ya preparados de antemano, fundamentalmente caballas ahumadas, marinadas o escabechadas, con destino a sus recetas.

La primera edición de la Gourmet Race que el Ayuntamiento organiza anualmente en colaboración con el Club Marítimo se basó en el atún rojo; la segunda en el rape; la tercera en el bogavante; la cuarta tuvo a la raya como ingrediente básico y de las dos siguientes el rastro se me pierde en la memoria. Imposible no recordar por su similitud otra regata de gran repercusión mediática, la San Pellegrino Cooking Cup que lleva años celebrándose en Venecia.

A partir del mediodía, tras dos horas de navegación, los participantes comenzaban a atracar con las caballas y demás ingredientes ya cocinados, dispuestos a rematar en tierra sus respectivas recetas. Diez minutos más tarde, los platos pasaban a la zona donde aguardábamos los miembros del jurado, presidido por el cocinero Alberto Ferruz (BonAmb). Después de la cata el debate y, tras los comentarios, las decisiones. Declaramos ganadoras a cuatro recetas en atención a sus valores culinarios y destacamos una adicional en razón de sus virtudes estéticas.

Se alzó con el primer puesto la caballa en escabeche con lentejas de la embarcación Caraz de Antonio Carbonell con José y Paloma como ayudantes; logro el segundo un sándwich de caballa de la embarcación Lula de Carlos Alonso con María González, doctora en farmacia, en calidad de pinche. “He querido emular una preparación de las tabernas izakaya de Osaka. Hemos encurtido la caballa en vinagre de arroz después de quitarle el velo de la piel y la hemos ahumado ligeramente. A modo de complemento, mahonesa de wasabi y una hoja de sisho. He puesto fuagrás en el relleno para que resultara más jugoso”, me comentó cuando le pregunté por la receta. Hubo dos platos adicionales que lograron el tercer y cuarto premio, y otorgamos el galardón a la mejor presentación a la embarcación Algas de Mateo Casanova Jones.

Desde su inicio, en su VII Edición la regata se había convertido en un homenaje al gran Jöel Robuchon, cocinero devoto de nuestro país con residencia en Calpe-Moraira. Durante la entrega de premios, el alicantino Juan Moll, brazo derecho de Robuchon, le dedicó unas emotivas palabras, mientras que en atención a su recuerdo tanto el polo como la gorra oficial de la regata lucían, por esta vez, la bandera francesa en lugar de la española. “Su memoria y su trabajo siguen vivos entre nosotros”, afirmó Moll quien en privado nos comentaría poco después que es muy posible que el grupo Robuchon desembarque en España a corto plazo. Una buena noticia. Sígueme enTwitter: @JCCapel y en Instagram: jccapel