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Delirios

La clínica que ofrece sangre joven a gente rica: esto no es ciencia ficción

El proyecto del doctor Jesse Karmazin causó polémica cuando fue un ensayo hace dos años y esta semana se confirma que abrirá una clínica en Nueva York

En 'El ansia' (1983), David Bowie y Catherine Deneuve viven una historia de amor que mezcla vampirismo, sangre y lucha contra el envejecimiento.
En 'El ansia' (1983), David Bowie y Catherine Deneuve viven una historia de amor que mezcla vampirismo, sangre y lucha contra el envejecimiento.

En La muerte os sienta tan bien (1992), Meryl Streep y Goldie Hawn se bebían una poción mágica para ser eternamente jóvenes. En Eternamente joven, Mel Gibson vencía al tiempo gracias a la criogenización. En El ansia (1983), David Bowie y Catherine Deneuve bebían sangre. Si la clínica que acaba de abrir en Nueva York se parece a alguna película, es a esta última.

El doctor Jesse Karmazin ya había sido noticia en 2016 cuando presentó un ensayo clínico que parecía salido de una película de ciencia ficción de serie Z: realizar transfusiones de sangre joven a pacientes adinerados y mayores para devolverles la energía y la plenitud. De hecho, casi se diría que Karmazin no ha ejecutado sino una modernización clínica del mito del vampiro.

La compañía, llamada Ambrosia, acaba de confirmar que ese proyecto, hasta ahora simplemente experimental y situado en una clínica de Monterey, California, se convertirá en una clínica de Nueva York que, por primera vez, ofrecerá la receta de la juventud eterna. La clínica ya tiene una página web que hay un eslogan de lo más cinematográfico y con infinitas posibilidades para la teoría conspirativa (“Coming soon”, o sea, “Llegaremos pronto”) y se indican diferentes correos electrónicos a los que uno puede escribir si quiere apuntarse en la lista de pacientes (por ahora, según Ambrosia, ya hay más de cien), si quiere trabajar para ellos o si quiere ser inversor. 

En los ensayos iniciales, que causaron mucha polémica hace dos años, cada participante (que debía ser mayor de 35 años, no tener alergias y que pagó casi 7.000 euros por participar) recibió 1,5 litros de plasma de una persona de entre 16 y 25 años

¿Pero realmente van a quitar la sangre a los jóvenes pobres para dársela a los ricos? No, el discurso sobre clases no llega tan lejos en esta historia. Ambrosia compra plasma, que no es lo mismo que la sangre: el plasma es un líquido que representa el 55 % del volumen de la sangre y en él se encuentran los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.

En los ensayos iniciales, que causaron mucha polémica hace dos años, cada participante (que debía ser mayor de 35 años, no tener alergias y que pagó casi 7.000 euros por participar) recibió 1,5 litros de plasma de una persona de entre 16 y 25 años. El equipo nunca hizo públicos los resultados de aquel ensayo. Karmazin simplemente dijo que habían sido "muy positivos". 

Sin embargo, Bussiness Insider publicaba esta misma semana un reportaje en el que los investigadores Irina and Michael Conboy, de la Universidad de Berkeley, alertaban de los peligros de esta práctica. "Es bien sabido en la comunidad médica, y es unos de los motivos por los que no hacemos transfusiones de sangre con frecuencia, que en el 50 por ciento de los casos hay efectos secundarios bastante graves. Si la sangre que llega a tu cuerpo no concuerda con la tuya puede provocar una reacción inmune fortísima". 

¿Es un servicio solo para ricos? Teniendo en cuenta que participar en las pruebas de ensayo ya hizo que algunas personas pagasen ocho mil euros y que los precios serán mayores cuando la clínica abra sus puertas, eso parece. 

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