No vivimos el peor de los tiempos

El sábado se cumplió una década de la quiebra del banco Lehman Brothers que abrió la crisis más profunda del capitalismo desde el crashde Wall Street de 1929; hace unos días recordamos el 17º aniversario de la caída de las Torres Gemelas provocada por dos aviones manejados por terroristas islámicos. Hoy el Daesh acumula derrota tras derrota. Ahora también sabemos que la década ominosa de la Gran Recesión ha cambiado el mundo. Y que, finalmente, transmutó en una crisis política y geopolítica del orden liberal internacional. Recuerdo estas fechas históricas para significar que todo ya ocurrió antes y para desmentir la falsa creencia de que nuestra época, el día a día sin contexto, es la más complicada.

¿Dónde estamos ahora, atravesamos el peor de los tiempos? ¿el supuestamente alocado Trump es capaz él solo de poner al mundo boca abajo? ¿Europa se deshilacha ante el asalto de los populismos? La UE (Juncker dixit) parece que se ha dado cuenta de que debe asumir un papel mundial ante la retirada de EE UU. ¿Será inevitable un choque con China? La velocidad de los acontecimientos, potenciada por los avances tecnológicos, nos provoca incertidumbre y desasosiego. Es natural, siempre ha sido así. Acudamos a la ayuda de los historiadores. La canadiense Margaret MacMillan, catedrática de Oxford y máxima experta sobre la Gran Guerra, explicaba en El País Semanal hace dos domingos lo que ocurre en las sociedades cuando se están produciendo muchos cambios. “En el período anterior a la I Guerra Mundial todo se estaba moviendo muy rápido. Hoy pensamos que Internet es algo extraordinario, pero el telégrafo también aceleró y cambió el mundo. El nuevo ritmo generó mucha preocupación y hoy ocurre lo mismo”. MacMillan decía que la clave de un buen líder es saber dar marcha atrás; no parece que sea el caso de Trump, que entiende que él solo puede arreglar esto. Por encima de la ley, despreciando los tratados internacionales. Borrando la diferencia entre la verdad y la mentira. Los bulos se difunden 10 veces más que las noticias contrastadas, según un estudio del MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts. El presidente ha convertido la presidencia en una telenovela. El público presta atención a los fuegos artificiales montados por Trump y no se fija en el último dato ofrecido por la oficina presupuestaria del Congreso. En los últimos 11 meses, el Gobierno federal gastó 895.000 millones de dólares más de lo que ingresó.

Contra lo que piensan los profesionales del apocalipsis, vivimos tiempos turbulentos, pero no atravesamos el peor de los tiempos. El mundo es cada vez mejor: 125.000 personas al día escapan de la pobreza y esto ocurre diariamente desde hace 25 años. Tanteamos un cambio de época. Nos adentramos en el otoño del descontento. fgbasterra@gmail.com