Con la música a otra parte en Israel
La radio estatal hebrea pide disculpas por la emisión de una ópera de Wagner. La cantante estadouidense Lana del Rey cancela su actuación en un festival ante la presión del movimiento propalestino BDS
“Cuando escucho demasiado rato a Wagner me entran ganas de invadir Polonia”, se justificaba el personaje encarnado por Woody Allen en Misterioso asesinato en Manhattan. Cuando hace poco sonaron los acordes de El ocaso de los dioses en la emisora de música clásica de la cadena estatal israelí Kan, muchos oyentes telefonearon indignados a la radio. Aunque la obra del compositor alemán favorito de Adolf Hitler no está prohibida en el Estado judío, gran parte de la opinión pública la identifica como la banda sonora del Holocausto.
Los responsables de la corporación pública ofrecieron inmediatamente disculpas a la audiencia y tacharon de “error en la elección artística” la emisión del tercer acto de la ópera de Richard Wagner. “La dirección de Kan mantiene el criterio de no difundir en antena sus piezas por entender que causan dolor entre los supervivientes de la Soah que nos escuchan”.
Hijo de un superviviente del exterminio judío, el presidente de la Fundación Wagner, Yonatan Livni, replicó al veto de la cadena estatal que su padre le había enseñado que el compositor fue “un hombre infame, pero escribió música celestial”. Curiosamente, el Segundo Congreso Sionista se inauguró hace 120 años en Basilea al son de la épica obertura de Tannhäuser por expreso deseo de Theodor Herzl, cuya fotografía preside hoy centros oficiales en Israel.
Más difícil es encontrar ahora en el Estado judío la imagen de la cantante estadounidense Lana del Rey, pese a que el pasado fin de semana presidía las portadas de los suplementos de la prensa hebrea. La diva del indie pop-rock canceló la actuación que tenía prevista esta semana como cabeza de cartel del festival Meteor ante 15.000 espectadores en la Alta Galilea.
“Es importante para mí poder actuar tanto en Palestina como en Israel y tratar a todos mis fans por igual. Desafortunadamente, ha sido imposible organizar ambas visitas con tan poco tiempo”, alegó Lana del Rey en su cuenta en Twitter para excusar su presencia tras la activa campaña del movimiento propalestino Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) para que se fuera con la música a otra parte.
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