Hay un kebab en mi camiseta

Para construir uno de los templos gastronómicos berlineses no hizo falta ni hormigón ni ladrillo. Sin embargo, eso no impide que todos, lugareños y turistas, sepan exactamente donde está Mustafa's Gemüse, un kiosco de kebab ubicado en el corazón del barrio de Kreuzberg desde principios del milenio.

De su popularidad dan muestra las decenas de personas que hacen cola ante él a cualquier hora del día, tal y como muestra la webcam en tiempo real disponible en la web. Y de la excelencia de su kebab, reseñas elogiosas publicadas en todos los idiomas y en todos los formatos posibles. Por apenas 3 euros cualquiera puede probar uno de los platos más famosos de la ciudad. De ahí que Mustafa's Gemüse sea un símbolo del éxito masivo gracias al boca-oreja. Y, también, la empresa protagonista de la última aventura estilística de la firma italiana Diesel.

Estos días se celebra en Berlín una nueva edición de Bread & Butter, un evento que comenzó como una feria comercial y ha acabado consolidada como uno de los principales foros para los amantes de la moda urbana y deportiva. De ahí que Diesel, una firma que lleva décadas reivindicando el poder de la calle para definir el estilo, haya decidido celebrarlo por todo lo alto.

"Mustafa ha hecho por el kebap lo que Italia ha hecho por la moda", reza uno de los reclamos de la campaña con que Diesel presenta una colección cápsula y una campaña en la que las prendas de la temporada se llenan de la gráfica amateur y genuina de este puesto de comida callejera. Se llama Diesel x Mustafa's Gemüse Kebap y está disponible desde el 3 de septiembre y hasta que se agoten las existencias en la web de la firma, diesel.com, y en tiendas seleccionadas.

La campaña ironiza con el fenómeno fan desatado por las creaciones culinarias de Mustafa y plasma su logo en camisetas, sudaderas y otras prendas básicas, urbanas, jóvenes y potencialmente unisex. Ahora que cada movimiento mediático en redes parece calculado al milímetro, esta cápsula reivindica que los verdaderos éxitos nacen de la adhesión espontánea del público. Diesel lo sabe muy bien: desde que Renzo Rosso fundó su marca de moda a principios de los ochenta, sus vaqueros desenfadados, de estética industrial, urbana y un pelín gamberra han conquistado a varias generaciones de clientes. Ahora que las ediciones limitadas son el objeto de deseo por excelencia, todo apunta a que esta colección cápsula va a agotar sus existencias tan rápido como Mustafa sirve Kebabs a berlineses ávidos de autenticidad.