_
_
_
_
CLAVES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El precio del pluralismo

La audiencia, como el periodista, ha de cuestionarse de dónde viene cada pieza de información, cuándo, quién, cómo y por qué la produjo

Jorge Galindo
Debemos cuestionarnos cada cosa que nos llega a los ojos.
Debemos cuestionarnos cada cosa que nos llega a los ojos.Getty Images

Premisa número uno: un debate plural y abierto permite la expresión de distintos puntos de vista sobre un problema determinado, así como señalar aquellos asuntos que otros ignoran. Y, en definitiva, actúa como sistema de redistribución del poder.

Premisa número dos: es necesario que quienes participan del debate público como plataformas sean conscientes de su responsabilidad no solo para con la verdad (eso va de suyo), sino también respecto a la calidad de los argumentos que pasan el filtro.

Hay una tensión entre ambas premisas, por sí solas imprescindibles para el mantenimiento de una democracia saludable. Porque, además, el pluralismo es parte esencial de la construcción del filtro: la competición entre emisores permite que se pongan en cuestión entre ellos. O así debería suceder, porque si de este debate cruzado desaparece el criterio, lo que queda es ruido y trincheras. Un criterio que se consigue mejor con organizaciones bien estructuradas, con los recursos y los incentivos necesarios para servir a la audiencia.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

De todos depende encontrar un equilibrio entre estos dos extremos, de manera que no tengamos un debate público concentrado en pocas manos, ni caótico y parcelado en cámaras de eco.

Depende de la oferta, y en especial de los nuevos medios. Más de una década después de su fundación, los gigantes de las redes (Facebook, YouTube, Twitter, Google) han comenzado a entender que su enorme poder como filtros de contenido para el mundo entero implica una responsabilidad editorial. Por eso, aunque tarde, han comenzado a sacar a algunas personas de sus plataformas que no construían pluralidad, sino que cavaban zanjas.

Pero también depende de la demanda: de que todos y cada uno de los que consumimos información dediquemos un mínimo de tiempo a cuestionarnos cada cosa que nos llega a los ojos. El “dónde, cuándo, quién, cómo, por qué” de los periodistas se convierte en el de la audiencia: de dónde viene cada pieza de información, cuándo, quién, cómo y por qué la produjo. A más variación deseemos, más necesario será este trabajo personal. Este pequeño esfuerzo es el precio a pagar por la pluralidad. @jorgegalindo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jorge Galindo
Es analista colaborador en EL PAÍS, doctor en sociología por la Universidad de Ginebra con un doble master en Políticas Públicas por la Central European University y la Erasmus University de Rotterdam. Es coautor de los libros ‘El muro invisible’ (2017) y ‘La urna rota’ (2014), y forma parte de EsadeEcPol (Esade Center for Economic Policy).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_