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“¡Socorro, me persigue una ardilla!”

Un ciudadano alemán pide ayuda a la Policía para librarse de la persecución de una cría del roedor

Fotografía cedida por la Policía de Karlsruhe que muestra a la ardilla durante una siesta en la comisaría de Karlsruhe (Alemania) este viernes.
Fotografía cedida por la Policía de Karlsruhe que muestra a la ardilla durante una siesta en la comisaría de Karlsruhe (Alemania) este viernes.KARLSRUHE POLICE HANDOUT (EFE)

"¡Socorro, me persigue una ardilla!". La policía de Karlsruhe, una ciudad alemana de 300.000 habitantes y ubicada en la frontera con Francia, recibió una llamada curiosa este jueves por la mañana. Lo que parecía ser una broma resultó ser cierto. Un hombre contactó al cuerpo armado para que le ayudaran a librarse de una cría de ardilla que aparentemente, no lo dejaba en paz.

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Los agentes no dudaron mucho, recoge una nota de la policía de Karlsruhe. Después de esta llamada de auxilio, enviaron un coche a la calle donde se encontraba el hombre, la Erzbergerstraße, para "resolver el asunto". Cuando llegaron, el bebé ardilla aún estaba agarrado al hombre pero de repente, según explica la policía, el animal se durmió, cansado de sus esfuerzos. "Aparentemente, [el bebé ardilla] estaba buscando un nuevo hogar", explica la policía. 

Los agentes se apiadaron del animal, que probablemente, se había separado de su madre, y lo llevaron en custodia provisional a la comisaría de la zona. Entre la ternura y la diversión, los policías decidieron saltarse las reglas y hasta bautizarlo. "Mereció una excepción al protocolo", dicen. "La pequeña ardilla se convierte en una nueva mascota, con el nombre Karl-Friedrich", informaron. A continuación, el roedor fue llevado a un centro de rescate de animales, donde ahora se encuentra. 

"Es común que las ardillas que pierdan a sus madres buscan a una persona para reemplazarla y enfocan sus esfuerzos en una persona", ha explicado Christina Krenz, portavoz de la policía de Karlsruhe, al diario británico The Guardian. "[Los animales] pueden ser muy persistentes, no solo correr atrás de alguien sino estar totalmente obsesionados con uno. Puede ser bastante aterrador. El hombre no sabía que hacer y por eso llamó a la policía", ha agregado. 

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