Los hombres que escriben de mujeres en vez de ellas

Martinus Nijhoff (1894-1953) fue un poeta holandés autor de unos evocadores versos sobre una mujer cantando salmos al timón de un barco. Una escena que le remite, con amor y reverencia, a su madre. El poema se titula De moeder, de vrouw (La madre, la mujer/o esposa, en neerlandés) y ha sido elegido como punto de partida para la Semana del Libro de 2019. La fundación que promociona la literatura nacional encarga para la cita una novela corta, de compra, y otro relato, de regalo en las tiendas. Una bonita tradición que ha saltado este año por los aires. Ambos libros serán escritos por sendos autores varones, para sorpresa y enfado de 300 de sus colegas. Todos firman una carta de protesta lamentando “que la mujer se presente solo como madre”. Y que “dos hombres vayan a plasmar dicha realidad”.

El director de la fundación literaria ha reaccionado con sorpresa. “Los firmantes sugieren que el tema escogido solo puede abordarse de una forma tradicional porque se trata de la mujer y de la madre. Pero a quién se le ocurre algo así en nuestros días”, ha preguntado. El grupo agraviado no cede, y señala “una oportunidad perdida por asociar a la mujer solo con la maternidad, dejando fuera la perspectiva masculina”. Hacen también una propuesta conciliadora: que el libro de pago, o bien el de regalo, “incluya voces de hombres y mujeres”. Y piden que se publique un ejemplar adicional, escrito por un autor y una autora, sobre el poema Madre, de M. Vasalis (1909-1998), seudónimo de Margaretha Leenmans. Una poetisa que recuerda a la suya “como el mar, pero sin tormentas (…) que nos mecía con su murmullo calmo”.

Los 300 firmantes de la carta han ilustrado la pugna con datos. Como el de la ausencia de escritoras en los libros en litigio entre 2002 y 2016. O bien el hecho de que solo un 25% de mujeres hayan sido premiadas con grandes galardones nacionales en la última década. La fundación asegura que su intención era “oír esta vez la voz del hijo, no de la madre”. Una afirmación que ha merecido el silencio de los 300.