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Una española es la voz de las mujeres y niñas discapacitadas en la ONU

Ana Peláez se ha convertido este 7 de junio en la primera mujer ciega que integra el comité para la lucha contra la discriminación de la mujer de Naciones Unidas

La discapacidad no tiene género. Hombres y mujeres están metidos en un mismo grupo en el que no se hacen distinciones. Son asexuales y eso, como señala Ana Peláez, es un obstáculo al definir políticas específicas. La española, ciega de nacimiento, acaba de ser elegida la primera mujer de este colectivo que integrará el comité de las Naciones Unidas para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

Una de cada cinco mujeres en todo el mundo, como Peláez, sufren algún tipo de discapacidad. A partir de ahora ella será su voz. Comenta que las leyes y las políticas que se adoptan a favor de los derechos de la mujer suelen ignorar tradicionalmente su condición y eso hace invisibles a 600 millones de personas a la hora de combatir las varias formas de discriminación económica y social que sufren.

“Apenas se conoce la situación real que viven estas mujeres en cualquier parte del mundo, no solo en los países en vías de desarrollo”, lamenta, y añade que la discriminación que sufren es múltiple: "La más importante es que no se nos considera como mujeres. La discapacidad en inglés es un término que ni siquiera tiene sexo. Así, ya de entrada, hay un robo de nuestra identidad sexual”.

Ana Peláez ocupa actualmente la vicepresidencia ejecutiva de la fundación CERMI Mujeres y del Foro Europeo de la Discapacidad. También es directora de relaciones internacionales de la ONCE y vicepresidenta ejecutiva de la organización para América Latina. Su candidatura estuvo respaldada por la Alianza Internacional de la Discapacidad, para que haga de altavoz a sus demandas. Este órgano de la ONU, creado hace cuatro décadas, está integrado por una veintena de expertas independientes. Su misión es vigilar que los gobiernos apliquen los principios acordados para proteger a las mujeres. Peláez ocupará un asiento en el comité durante el periodo 2019-2022. En su opinión, la política de género debe ser transversal y múltiple: “Para que no se deje a nadie atrás”.

“A las mujeres y niñas discapacitadas se las olvida y se las margina con gran frecuencia. Solo si se reconocen y se abordan sus necesidades y demandas será posible cumplir los objetivos de desarrollo sostenible”. El número cinco de esos ODS es muy claro en este sentido, al establecer que se debe buscar la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas del mundo, sin distinción.

“Las discapacitadas están al margen de los procesos de toma de decisiones y la labor en materia de igualdad de género y eso eso deja sus necesidades y voces sin escuchar”. Para ella ya ha llegado la hora de acabar con la invisibilidad que sufren: "Además, las mujeres que tienen algún tipo de discapacidad están entre las personas más pobres del mundo”.

La española, que ha participado como delegada en la negociación de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, lleva dos décadas dedicada a asesorar a gobiernos y a la sociedad civil sobre cuestiones de inclusión. Espera que su elección abra el camino a otras mujeres de grupos excluidos o minorías que sufren múltiples formas de discriminación. “Estamos dibujando la puerta”, concluye.

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