Cómete el menú de África
Chefs, blogueras y lectores proponen sus platos para disfrutar el 25 de mayo entre especias, verduras y bebidas
La cocina africana es amplia, diversa, múltiple, creativa y fascinante.
La cocina africana disfruta de ingredientes de primera calidad, de chefs contemporáneos y elegantes como Loïc Dablé, de telerrealidades apasionantes como Star Chef y de una amplia variedad de locales que nos hacen salivar, desde el "simple" puesto callejero y el maquis hasta la terraza abierta a la laguna abiyanesa de Chef Cakpo, ambientada con el perfume de mil especies de marisco crepitando a la brasa. O disfrutar del desenfado inaudito de Jay's, con su local abiyanés en el que se desparraman unas suculentas hamburguesas y se intuye la lenta cocción del sabroso filetón de Kobe o de res paraguaya. Es una evidencia que la gastronomía del continente no está condenada a una especie de tercera clase sin estrellas ni reconocimiento popular, a asfixiarse bajo el peso del picante o a una laboriosidad que pone a prueba todas las paciencias, hace sudar hasta la extenuación y por ende, acaba con todas las propiedades y el gusto de su materia prima.
Y en las capitales del oeste de África se va más allá, se devoran ratas, agutíes, erizos, murciélagos, varanos, monos o ranas: todo lo que se arrastra, vuela o corre es susceptible de acabar en un caldero. También menudean los dichos y proverbios que se cuecen junto a las brasas: "Las marmitas viejas son las que hacen la mejor salsa" es uno de ellos, pura gula y doble sentido.
Aprovechamos este Día de África para reivindicar una gastronomía que nos estalla en la boca y la mente y nos aligera el alma y proponerles un menú de celebración. Lo hacemos con las recetas que nos han pasado lectores y que hemos localizado entre chefs y blogueras especializadas en gastronomía. Esperamos que sirvan para alegrarles paladar, cocina y viernes, recién llegadas de unas latitudes más amables. Y les invitamos a compartirlas con un #cómeteÁfrica que aliñe las redes sociales.
Entrante: Croquetas de banana
El vídeo es cosa de Loïc Dablé, franco-marfileño con restaurante de lujo a la orilla de la torre Eiffel y cocinero Moneygram, además de parte y arte en Star chef. La receta en sí se puede encontrar por todas partes en Internet, aunque elegimos la de este blog, muy sencillita y a su vez extraída de Afromag.
Los ingredientes: bananas plantain, un huevo, pimienta dulce, sal, harina de maíz, pan rallado y aceite (de cacahuete en la versión más local, de oliva en la versión Dablé). Hay opciones más occidentalizadas en las que se añade bacalao, cebolla roja, ajo, tomate, pimienta y/o cominos.
El procesado es bien simple. Se cortan las bananas en cuatro o cinco pedazos, sin pelar, y se cuecen en agua salada durante 10 minutos. Se pelan y amasan para convertirlas en bolas. Se pasan por el huevo y la harina (mezclada con sal y pimienta dulce) y se rebozan en pan rallado. Se fríen en aceite muy caliente durante un par de minutos y se sirven con salsa, pollo, carne, pescado o ensalada. O simplemente se van haciendo y metiendo directamente en la boca.
Plato principal: Kedjenou de pollo o sauce mazo
Es difícil elegir entre las múltiples salsas que se encuentran en el corazón de la gastronomía tradicional de África Occidental, pero nos tenemos que decantar por una receta sencilla, de un himno culinario que tomamos del blog de una senegalesa. Lo de mazo (masoquista) viene de que las pasiones que despierta provocan quemaduras en el sistema digestivo y descomposiciones gracias a la carga de pimienta picante que le es inherente.
Los ingredientes para cuatro personas son: un pollo de corral entero, tres cebollas, tres tomates, diez dientes de ajo, perejil, cebolleta, una berenjena mediana, pimientos, sal, pimienta negra y especias al gusto.
Primero se prepara la salsa para marinar el pollo: se trocean cebolla, perejil, cebolleta y ajo y se pasa por la batidora. Se pican finos los tomates y más ajo, se pela y pica la berenjena y se dispone de más cebolleta y pimientos laminados. El pollo se mete en el fondo de la cacerola y se cubre con la salsa. No se remueve. Por encima se dispone el resto de la verdura. Se cubre y se deja hacer a fuego medio durante unos siete minutos. Cuando el pollo se dore, se puede mezclar todo. Se cubre y se baja el fuego para cocinar el guiso durante 45 minutos. La cocción depende también del ahumado, así que no se destapa la olla hasta pasado el tiempo de cocción para poder sazonar. No se utilizan ni agua ni aceite.
Para los que necesiten tutorial en vídeo, añadimos el siguiente:
Para quienes prefieran otra alternativa, les presentamos el gouagouassou, otra delicia marfileña que nos remite nuestra lectora Michelle Tanon Lora, profesora, escritora y cocinera:
Lo dulce: el Bissap
No encontramos cerca muchos africanos interesados en lo dulce. El postre y el café no forman parte del repertorio que nos ofrecen cuando nos invitan a comer en sus casas ni figura en muchas cartas de restaurante africanos. O por lo menos, de los que frecuentamos.
Para regar este menú y lavarse la boca que arde, proponemos el bissap, una refrescante infusión de África occidental, de un intenso color rojo. Procede de las flores de hibisco secas. Se dulcifica con agua de piña y mucha azúcar y se le puede dar sabor con menta.
Si el segundo estómago, el del dulce, sigue insatisfecho, le proponemos la mermelada que nos trae el lector Miguel Ángel Lozano desde Mozambique, elaborada con fruta tropical deliciosa y en su punto, como el mango. Le deseamos buen provecho y que se coma África a gusto. Y por favor, recuerde que compartiendo recetas se hacen amigos y se mejora el mundo. Si son africanas, mejor.
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