Lo ancestral y lo contemporáneo, el bogolán de Malí llega a Madrid
El empeño de la artista Irene López de Castro y de la embajada española en el país africano permiten organizar la mayor exposición en España de este arte textil
Kandioura Coulibaly soñaba con fundar un museo en Bamako para exhibir su colección de trajes, adornos y complementos tradicionales de los distintos grupos étnicos de su país. En 1978, junto a otros cinco estudiantes de Bellas Artes del Instituto Nacional de Arte (INA) de la capital de Malí, había fundado el Grupo Bogolan Kasobané que promueve la creación de obras contemporáneas basadas en la técnica ancestral del bogolán. Desde sus inicios, el colectivo ha innovado a partir de la tradición y ha estudiado el significado de los símbolos y el lenguaje secreto del bogolanfini femenino (origen del bogolán actual), y recorrido las más remotas aldeas de su país para aprender directamente de las mujeres que practicaban este arte.
Ahora, hasta el 3 de junio, en el Centro Cultural Casa de Vacas de El Retiro, en Madrid, se puede contemplar el trabajo de este grupo, más algunas obras de artistas influenciados por el mismo. Hay telas de gran formato de Annick Turner, prestadas por el Museo Nacional de Szczecin de Polonia, esculturas en acero de la estadounidense Janet Goldner o creaciones del maliense Senou Fofana. Asimismo, se muestran algunos trabajos de las nuevas generaciones, como Idrissa Goro o Ladji Barry. La exposición está dedicada a la memoria de Coulibaly y a las madres del bogolanfini, las maestras que durante siglos conservaron y transmitieron esta técnica. Al inicio de la visita, seis taafes (paños) originales, valiosos ejemplos del lenguaje encriptado de las mujeres, reciben al visitante.
¿Cómo es posible que este tesoro haya desembarcado en Madrid? Hay solo una explicación: el tesón de la pintora madrileña Irene López de Castro y la magia del arte y de la amistad.
"Toda mi vida he querido transmitir la belleza de Malí a través de mi pintura", dice López de Castro
Ella conoció a Coulibaly en 1990 en Bamako y de él y de Annick Turner aprendió la técnica del bogolán. Aquello fue el inicio de una amistad que ha durado toda la vida y gracias a ella, Coulibaly le encargó exponer la obra del Grupo Bogolan Kasobané en España. López de Castro ha mantenido un fuerte vínculo con Malí todos estos años, y nunca olvidó su promesa mientras buscaba el modo de cumplirla.
Coulibaly murió en diciembre de 2015, semanas después de regresar de Madrid donde organizó un desfile con su colección de trajes. Paradójicamente, su fallecimiento impulsó aún más el proyecto. López de Castro pintó su retrato, y con él viajó a Malí en 2016 para participar en el homenaje que sus amigos le rindieron en el Museo del Distrito de Bamako. “Un cuadro que ahora recibe al visitante en la exposición de Casa de Vacas. Una obra inspirada, que sirve de mensaje y de puente, para conectar con la gente” comenta la artista. Y realmente la conectó con la embajada de España en Malí a través del embajador, presente en el acto y que la puso en contacto con el cónsul. “De ahí salieron dos exposiciones; la de Kasobané en España y la mía propia, en el Museo Nacional de Mali en octubre de 2017 “.
La exposición surge de la cooperación entre España y Malí
Es por tanto una muestra que “ha surgido de la cooperación entre España y Malí, de la voluntad de aquellos que creemos en el Arte como fuerza para unir a los pueblos”, afirma López de Castro, para luego añadir: “Ha sido un trabajo enorme en el que han colaborado muchas personas, pero dio como resultado dos espacios expositivos importantes, primero fue el Museo de Arte Africano Jiménez Arellano Alonso de Valladolid en octubre 2017, y ahora esta exposición, que es la mayor de arte africano contemporáneo en bogolán realizada en España, a la que también se han sumado artistas internacionales”.
La pintora se siente agradecida y satisfecha del resultado obtenido y agradece la colaboración de todas las personas “que me han ayudado a cumplir la promesa realizada a Kandioura. Toda mi vida he querido transmitir la belleza de Malí a través de mi pintura. He recibido mucho y por fin se ha cumplido el sueño de exponer la obra del Grupo Bogolan Kasobané en España”, asegura.
También se encuentra agradecida Fatoumata Tioye Coulibaly, hija de Kandioura, presente en Madrid, junto a los miembros del Grupo Bogolan Kasobané, para la inauguración de la exposición. Ella es directora de cine y en una de las actividades paralelas de la muestra se ha proyectado su primer corto, Heritage, que obtuvo el Premio especial de las Escuelas de Cine Africano en la pasada edición del FESPACO.
Opina que es un honor que se pueda hacer este homenaje a su padre. “Me gusta ver expuesta la obra del Grupo Bogolan Kasobané porque es un colectivo que ha hecho mucho por Malí y su cultura. Mi padre, estoy segura, que estará muy feliz de ver avanzar a este grupo. Ellos son los custodios de la herencia del bogolán. Se trata de una técnica tradicional muy importante para Malí, que tendía a desaparecer, y este grupo la ha conservado. Por eso hay que ayudar a preservar esta cultura y ¿cómo se hace esto?, con exposiciones como esta”.
Fray Luis de León y el emperador Sounjdata Keita unidos por un mundo mejor
En octubre de 2017, Souleymane Goro viajó a Valladolid en representación del Grupo Bogolan Kasobané en la inauguración de la exposición del colectivo en el Museo de Arte Africano Jiménez Arellano Alonso. Allí le invitaron a visitar Salamanca y durante la visita a una exposición en la que en un montaje se escuchaba la voz de fray Luis de León y al saber que sus escritos habían influido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tuvo un momento de inspiración y dijo: “Yo quiero pintar algo sobre este señor, para la exposición de Madrid”.
"En aquel momento sentí la necesidad de crear algo", comenta Goro, "porque nosotros tenemos una historia muy parecida. En 1232, el emperador y fundador del Imperio de Malí, Sounjdata Keita, reunió una gran delegación para decidir la organización social del reino y dijo que tenía que reinar la paz en su imperio, que se tenía que terminar con la esclavitud y que cada uno, en su medio, trabajase en igualdad, libertad y bien protegidos. Todo esto se recoge en la Carta Manden".
La obra creada bajo esta inspiración lleva por título La carta de Kurukan Fuga. Se trata de un bogolán sobre tela de 200 x 500 cm. Un cuadro compuesto a base de idiogramas. "El primero es la resurrección y encima de él la fuerza del poder. A la derecha la creación, el acuerdo y el cambio que supone este. A la izquierda el nuevo mundo donde vivimos juntos. Sounjdata Keita es el que irradia todo este lenguaje lanzado al mundo. El blanco es la luz y los colores están inspirados en la tierra. En el fondo es la buena nueva", explica Goro ante la enorme obra que fue terminada por el Grupo Bogolan Kasobané 15 días antes de la inauguración de la exposición.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.