El increíble Hulk era gris (y cumple 56 años)
¿Es un monstruo? ¿Es un hombre? ¿Es las dos cosas?
El 10 de mayo de 1962 la celebérrima Marvel Comics publicaba el primer número del Increíble Hulk. La primera aparición del científico Bruce Banner y de su álter ego Hulk corrió a cargo de Stan Lee y Jack Kirby y, como no podía ser de otra manera, explica las razones por las que el científico pasa de su versión humana a su lado más salvaje.
La culpa la tuvo una bomba de rayos gamma que, como en toda buena historia de superhéroes, se fue un poco de las manos. Banner, creador del artefacto, se dispone a lanzar la primera prueba después de meses de retraso cuando ve que un chico entra en el área de pruebas. Con bata blanca incluida, el científico se lanza a correr por el desierto hasta que consigue poner a salvo al chaval, pero Banner, pese a estar a millas de distancia de la bomba, no consigue evitar "ser bañado por la misteriosa fuerza de los rayos gamma", según explica el propio cómic. Banner se queda boquiabierto varias viñetas hasta que vuelve en sí, pero él no sabe lo que le ha caído encima (aunque entiendo que vosotros ya os lo oléis).
Un par de páginas después, Banner se transforma por primera vez en el monstruo verde tan conocido, aunque a decir verdad, todavía no era verde. En el primer número de Hulk, la bestia es gris. Según explicó Lee a Rolling Stone en 2015, su intención era "hacerlo diferente" al resto de superhéroes, entre otras cosas porque todos llevaban disfraz y no podía imaginar cómo y porqué la bestia se iba a comprar uno. El problema fue la impresión. "En unas páginas parecía negro, en otras casi blanco y en otra era medio gris", afirmó Lee, que decidió entonces ser "un poco Dios" y cambiar el color de la bestia al verde, porque ningún otro héroe del cómic era verde.
En el primer tomo de la larga serie, que todavía hoy se sigue publicando, Banner se convertía en Hulk solo por las noches, en un claro guiño a los personajes de terror del cine y la literatura. Y es que la idea de La Masa (según la siempre extraña manera de traducir española), tiene un poco de la novela de Robert Louis Stevenson El extraño caso del doctor Jekyll y Mister Hyde, y de sus varias personalidades (aunque el señor Hyde no era un bicho enorme). Con el tiempo, Banner dejó de transformarse durante la noche oscura —y que alberga horrores— y pasó a hacerlo cuando se cabreaba.
El cómic primigenio explica también el origen del nombre del superhéroe. Hulk (en castellano armatoste o gigantón, según el diccionario Collins) se lo puso uno de los soldados con los que se pelea en su primera transformación: "¡Dispersaos! ¡Debemos encontrara ese... Hulk!". "¡No dejéis que Hulk os ponga las manos encima!", responde otro.
A pesar de la fama que ha alcanzado, su éxito no fue inmediato. Tras seis números, el superhéroe fue cancelado por no alcanzar las expectativas de venta de Marvel. Después participó como invitado en un número de Los Cuatro Fantásticos, y meses después fue fundador de Los Vengadores, lo que relanzó su carrera. Se lanzaron distintas versiones del cómic de Hulk, escritos e ideados por varios dibujantes de Marvel.
En España, el Increíble Hulk se hizo muy popular por la serie de título homónimo que protagonizó un Lou Ferrigno muy mal pintado de verde a finales de los setenta. Después, La Masa ha saltado en varias ocasiones a la gran pantalla. En 2003, Ang Lee dirigió a Eric Bana, y cinco años después fue Edward Norton el encargado de meterse en la piel del gigantón verde. Desde que Marvel ha recuperado los derechos cinematográficos de sus cómics, Mark Ruffalo ha interpretado a Banner y a Hulk en tres películas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.