“Los negros estamos trabajando por entrar en todos los espacios de poder”
Consuelo Cruz Arboleda fue la primera mujer migrante y negra incluida en las listas al Congreso de los Diputados. La activista esta volcada hoy en educar contra el racismo y la intolerancia
Negra, migrante, feminista y de izquierdas. Ella es Consuelo Cruz Arboleda (Santiago de Cali, Colombia, 1962), llegada a España en 2003 después de estudiar Derecho y Ciencias Políticas. Fue la primera mujer negra e inmigrante en figurar en las listas al Congreso de los Diputados; en concreto, en la posición 18 de la lista del PSOE por Madrid para las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 y también para las que se repitieron al año siguiente. Durante 12 años ha coordinado el Grupo Federal Afrosocialista en el mismo partido y hoy es militante, activista por los derechos humanos y conferenciante internacional.
Cruz se encuentra en Tarifa durante la celebración del XV Festival de Cine Africano Tarifa-Tánger (FCAT), al que ha sido invitada, y que desde este año va a dedicar una sección a la filmografía y los cineastas afrodescendientes. Para esta activista se trata de una medida absolutamente necesaria. "Lo que no se visibiliza, no existe, y hasta que no empecemos a visibilizar una España diversa, hasta que no veamos en los cines o en los medios lo mismo que cuando salimos a comprar el pan, hasta que no entendamos que España no es blanca, apostólica y romana, sino que tiene mezclas que la enriquecen y que ha sido así siempre, no vamos a entender nada", sentencia con rotundidad.
La política cuenta que, cuando llegó a España en 2003, descubrió con horror que en las cabalgatas de Reyes Magos se pintaba a una persona blanca de color negro para hacer de Baltasar. Este fue uno de sus primeros caballos de batalla: desde 2016, en Madrid se recurre a un actor negro. Ahora, la tarea es llegar al resto del país. "Vamos a luchar para que alcance a todo el territorio nacional", anuncia.
Al abordar la invisibilidad de la población afrodescendiente en el cine, es inevitable pensar en la esfera política, que Cruz conoce mucho más. "La situación es peor", admite. Al enumerar cuántas mujeres negras conoce, le sobran los dedos de una mano "Rita Bosaho (primera diputada negra, de Podemos), Juan Antonio de la Morena (alcalde de Villamantilla desde 2007 por el PP, de origen guineano), Nancy Mosquera como concejala en Burmujos (Andalucía), María Reyes en Las Rozas y poco más..." lamenta.
Lo que no se visibiliza, no existe
Esta escasez es una razón de más para que ella se sienta llena de orgullo al haber figurado en las listas madrileñas del PSOE, un partido —su partido— al que le gusta incomodar desde el cariño. "Soy molesta para el partido, sí, porque soy la que les digo que hasta que no ocupemos posiciones de poder, aquí no va a pasar nada", reclama. "Me da mucha risa cuando dicen que se está haciendo una política de igualdad de trato o una política para todos. ¿Sin mí? ¿Sin nosotros? Tú no puedes hacer una política para negros sin negros, no puedes hacer una política para mujeres si mujeres, etc.", reclama. "Esto va más allá de una foto conveniente", critica, en alusión a la fotografía de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con una anciana negra a la que abrazaba, para un cartel electoral. "Me pareció totalmente perversa para el colectivo. Nosotros no estamos para una foto".
Consuelo Cruz coordinó desde 2005 del Grupo Federal Afrosocialista dentro del PSOE, que nació en tiempos en los que el fallecido Pedro Zerolo era el secretario de Movimientos Sociales, y trabajaba para lograr mayor visibilización del colectivo afro dentro del partido. También existían sus equivalentes para los colectivos árabe, latino, rumano... Nueve, en total. "Era un proyecto bonito, teníamos un grupo empoderado en 14 autonomías y logramos una visibilidad interna que se estaba convirtiendo en externa", relata. Visibilidad que se tradujo, entre otras cosas, en una gala de premios afrosocialistas que llegó a ocho ediciones y en las que se reconoció la labor de ministras como la de Justicia de Portugal, Francisca Van Dunen, que fue la primera negra en el Gobierno luso, y activistas como Moha Gerehou, presidente de SOS Racismo, el actor Marius Makon o la única mujer policía negra, Carmen Ada Edjang.
El Grupo Afrosocialista estuvo en activo hasta que en 2017 a la dirección "le pareció que era mejor hacer una sola coordinación con todos los grupos en batiburrillo", describe la política. "Hacerlo desaparecer es retroceder, es creer que nosotros no pensamos, o que lo que pensamos no importa".
Cruz recuerda a los partidos políticos que las personas votamos por referentes, que debe haberlos para todo el mundo y que esa diversidad solo puede hacerles salir ganando en votos. "Se lo digo a todos. Nos tienen que hacer sentir que somos parte de esto. Los negros estamos trabajando para entrar en todos los espacios de poder porque, si no estoy en los espacios, es porque no se me tiene en cuenta. ¿Cómo vamos a hacer políticas públicas dirigidas al colectivo africano y afrodescendiente si no existimos?
Como mujer, negra y migrante, si Consuelo tuviera el poder de proponer leyes o de legislar, tiene claro que la medida más urgente que pondría en marcha sería una ley de igualdad de trato. "Acompañada de una fiscalía y todas las herramientas para que discriminar no saliera gratis", cuenta. Y destaca la especial vulnerabilidad de las mujeres migrantes recordando que a ella con "demasiada frecuencia" le preguntan cuánto cobra. "Mujer negra, inmigrante, sinónimo de prostituta", denuncia.
Cruz recuerda que los africanos encabezan la lista de víctimas de delitos de odio por racismo
Y dentro de que no existen, Cruz considera que los negros y afrodescendientes todavía cuentan menos que otras grandes minorías como los asiáticos o los árabes o los latinos pero que, paradójicamente, son más visibles que otros debido a sus rasgos y el color de piel. "Tenemos además el deshonroso honor de encabezar la lista de víctimas por delitos de odio, porque somos los más visibles. Estamos ante el otro doble rasero". En el último informe elaborado por el Ministerio de Interior, de 2016, se recogen 425 delitos por razón de racismo o xenofobia, casi el doble del siguiente tipo de delito de la lista. Los africanos figuran como el colectivo extranjero más afectado.
Esto, opina, lleva a que la sociedad meta en el mismo saco a migrantes y a españoles solo por el hecho de compartir color de piel. "No todos los negros son inmigrantes ni todos los inmigrantes son negros", advierte. Y relata cómo cada vez que un negro o una negra es preguntado por su lugar de nacimiento y dice que es España, tiene que justificar su españolidad ante la sorpresa o incredulidad de su interlocutor. "Si a una persona blanca le preguntas y te dice que es de Huelva, no le cuestionas, pero si es negra le haces un cuestionario para entender por qué es negro y español". Preguntas como ¿Y de dónde vienes en realidad? o ¿Pero tus padres dónde nacieron? son las más típicas.
Consuelo Cruz nunca ha dejado de ser activista. En estos tiempos viaja por Colombia y otros países de América Latina y África para dar conferencias sobre derechos humanos. No se olvida de España, donde reside desde 2003, y de sus escuelas y universidades. "Soy una convencida de que el racismo es ignorancia y hay que educar, así que he pasado del dicho al hecho. Estoy haciendo talleres en los que nos ofrecemos en ir a enseñar esta diversidad tan rica que tenemos. Y de verdad que, cuando lo explicas, la gente lo entiende".
Uno de los asuntos en el que más se esfuerza es en el uso del lenguaje inclusivo y no racista. "La España negra, este día negro... ¡Estoy tan cansada de que el sinónimo de malo sea mi color de piel!", exclama. Y sobre este uso del adjetivo "negro", lanza una invitación: "No teman a llamarnos negros, nosotros no somos gente de color. Decir que eres negro no es peyorativo, lo que hay que hacer es normalizarlo. Me llaman negra y me parece estupendo porque eso soy: negra".
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