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Muere un guarda de montaña tras caer desde más de 300 metros en el Pirineo de Huesca

El cadáver del hombre, de 38 años, ha sido hallado en la zona del Pico Rusell Oriental, en el parque nacional de Posets-Maladeta

Agente de la Guardia Civil durante un rescate de un barranquista en Sierra de Guara (Huesca), en una imagen de archivo.
Agente de la Guardia Civil durante un rescate de un barranquista en Sierra de Guara (Huesca), en una imagen de archivo.Guardía Civil/Ministerio del Interior/EFE

Un guarda del refugio de Cap de Llauset, en el parque nacional de Posets-Maladeta (Huesca), murió este martes tras precipitarse desde una altura de más de 300 metros mientras realizaba una progresión en el pico Rusell Oriental, en el término municipal oscense de Montanuy. El fallecido, Mikel Llorente, tenía 38 años y era natural de Bilbao.

Según informa la Guardia Civil, el aviso se registró sobre las 18.26 de este martes en el Centro Operativo del 062 de Huesca tras detectarse que el montañero no había regresado al refugio en el que trabajaba como guarda junto con dos compañeros. “Se activó el dispositivo de búsqueda de inmediato con el GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de Benasque y la Unidad Aérea de Huesca con un helicóptero”, explica la portavoz de la Guardia Civil de Huesca.

Ya este miércoles, a las 11.30, los rescatistas encontraron el cuerpo sin vida del montañero, que presentaba graves lesiones. Su cadáver fue trasladado en helicóptero hasta Benasque y desde allí al Instituto de Medicina Legal de Huesca.

Mikel Lorente había convertido su afición a la montaña en su trabajo, y era uno de los tres guardas del refugio de Cap de Llauset, uno de los que está a mayor altura del Pirineo, a más de 2.400 metros de altitud.

En esta época, las condiciones ambientales en la montaña son muy cambiantes, y además, como relata el montañero de Benasque Jonathan García en declaraciones a la SER, “en este momento hay zonas con bastante nieve acumulada, pero no solo en las canaletas o las paredes, lo que más impacta es que la montaña tiene una gran cornisa”.

Según los investigadores de la Guardia Civil, todos los indicios apuntan a que Lorente se despeñó en un terreno abrupto. El pico Rusell Oriental se encuentra apenas a cuatro kilómetros de distancia del refugio donde trabajaba. El fallecido estaba intentando ascenderlo por su cara oriental cuando se precipitó. Su muerte es la segunda que se produce en la montaña en el Pirineo aragonés en lo que va de año.

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