Librerías feministas, una lucha desde trincheras por la visibilización
De mujeres académicas a todos los públicos: cómo ha evolucionado el perfil de los lectores de literatura feminista
El trabajo de Àngels Grases consiste en "picar piedra, pero con mucho amor". En 1991 fundó Pròleg, una librería especializada en textos de mujeres. Sentada entre las bibliotecas que visten las paredes de su librería barcelonesa, dice que vender textos de mujeres es una lucha desde la trinchera. Con el paso de los años, Grases ha observado cómo ha ido evolucionando el perfil de su clientela: "Antes solo entraban mujeres muy feministas, con formación académica. Ahora se ha abierto también a hombres y a todo el barrio, en realidad. Tenemos un perfil de personas muy variado. En este sentido, hemos cumplido nuestro objetivo”.
Sin embargo, esa transición fue muy lenta. Y el mundo editorial tardó en reaccionar a la nueva demanda: “Las mujeres somos más del 50%, parece imposible que no se hayan dado cuenta antes. Mucho márketing, pero los libros de mujeres se quedaban en un rincón”. Cuando nadie promocionaba esos libros, ellas ya los estaban vendiendo.
Tras las manifestaciones del pasado 8 de marzo y la proliferación de ensayos feministas, este año Sant Jordi es más feminista que nunca. Para Nat Solar, de la Cooperativa La Raposa, "Barcelona debería ser feminista los 365 días del año”, no solamente en días puntuales. Su librería acaba de celebrar su primer aniversario. Además de ser un espacio feminista, es un bar vegano, la sede de un grupo de consumo autogestionado y un espacio para grupos de crianza del barrio.
En la librería se pueden encontrar títulos de temática feminista, literatura infantil con perspectiva de género y una importante selección de ensayos sobre veganismo. Y todo a precios asequibles. Según Solar, “la lectura, la cultura y el traspaso de información no tienen que ser elitistas”. Entre las apuestas de estas dos librerías para el día de Sant Jordi, se encuentran la novela gráfica 'Feminismo para principiantes', de Nuria Varela y Calibán y 'La bruja' de Silvia Federici.
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