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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Orbán refuerza su poder

La UE debe estar vigilante ante cualquier deriva autoritaria en Budapest

Viktor Orban se dirige a sus seguidores celebrando su victoria en las elecciones.Foto: atlas | Vídeo: Darko Vojinovic (AP) ATLAS

La abrumadora victoria del ultraconservador húngaro Viktor Orbán en las legislativas celebradas el pasado domingo obliga a la UE a extremar la atención sobre un país cuyo Gobierno se aleja peligrosamente de los principios fundacionales del proyecto europeo.

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Orbán afrontará su tercer mandato con una cómoda mayoría. Su incendiario discurso populista —con una campaña casi totalmente centrada en mensajes contra la inmigración— ha movilizado al electorado. Su formación, el Fidesz, ha cosechado un 48,89% de los votos, lo que le otorga 134 escaños en una Cámara de 199.

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Igual de preocupante es el segundo puesto de Jobbik, un partido de ultraderecha radical y xenófobo, que obtuvo el 19,33% de los votos y ocupará 25 escaños. Y queda hundida la socialdemocracia del MSZP. Apenas logró el 12,25% de los sufragios y, perdiendo la mitad de sus puestos, tendrá únicamente diez.

Según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la campaña se ha caracterizado por una retórica “intimidante y xenófoba, con prejuicios mediáticos y financiación opaca”. Como ejemplo, Orbán avisó repetidamente de que si revalidaba su mandato “ajustaría cuentas” con quienes le criticaron. Ha empezado a cumplir. El lunes, solo un día después de la victoria, anunció que agilizaría la ley con la que pretende atenazar a las ONG, una norma muy similar a la que han impuesto Vladímir Putin en Rusia y Recep Tayyip Erdogan en Turquía, dos de sus referentes.

Orbán ha conseguido arrinconar a la alternativa socialdemócrata y européissta en Hungría. Su único rival interno es el pensamiento liberal sobre el que se basa el sistema democrático. La UE debe vigilar de cerca cualquier deriva autoritaria que perjudique en primer lugar a los húngaros. Y el Partido Popular Europeo debe reconsiderar si puede tener un socio como Orbán.

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