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Arquitectura biónica, ese modelo esotérico de construir edificios

Bajo el mantra “la naturaleza lo hizo antes y lo hizo mejor” este modelo de construcción cercano a la biología tiene un líder mundial: el madrileño Javier Pioz

Proyecto de Torre Biónica en Shanghái, de los arquitectos Eloy Celaya Escribano, Javier Gómez Pioz y María Rosa Cervera Sardá.
Proyecto de Torre Biónica en Shanghái, de los arquitectos Eloy Celaya Escribano, Javier Gómez Pioz y María Rosa Cervera Sardá.

La arquitectura biónica comienza hace 20 años. Quienes siguen esta corriente acuñaron una máxima de los años sesenta que decía: “La naturaleza lo hizo antes y lo hizo mejor”. Porque en esto se basa esta corriente constructiva que une biología, tecnología y arquitectura, en buscar respuestas edificables basadas en el aprendizaje que obtenemos de la naturaleza.

En España hay un arquitecto, Javier Pioz (Madrid, 1954), que es líder mundial en esta disciplina. Con estudio en Madrid y oficinas en Shanghái (China) y Pune (India), y galardonado con el Pritzer de Asia, el Golden Global Award, Pioz reconoce que la palabra biónico “puede tener un sonido esotérico” para algunos oídos, aunque reconoce que hoy está mucho más implantada en nuestra conciencia gracias al auge de lo bio.

Xi Xi Wetland Hotel en Hangzhou (China), de Pioz.
Xi Xi Wetland Hotel en Hangzhou (China), de Pioz.

Estructuras como peces

“La naturaleza siempre ha buscado el equilibrio entre todos sus seres vivos a partir de dos máximas: ahorrar material y energía”, explica el arquitecto. “Es casi obligatorio que aprendamos cómo funcionan los mecanismos en la naturaleza y saquemos nuestras propias conclusiones”. A eso se dedica desde hace dos décadas: a aplicar ese conocimiento a edificios y arquitecturas más eficientes y conscientes.

Tai Da Towers en Chengdú (China).
Tai Da Towers en Chengdú (China).

De hecho, su último proyecto, recién inaugurado en Calcuta (India), The Westin & The V Twin Towers, son dos torres de 177 metros de altura, cuya planta se inspiró en la estructura de las vértebras de los peces, y fue concebido con una bio-estructura resistente a la torsión –similar a las espinas de un pez–.

Una torre en Shanghái

“Muchos de los objetos que usamos cotidianamente provienen de la investigación de fenómenos similares a la naturaleza, aunque las personas que lo usan no son conscientes de ello. Lo biónico hoy es menos evidente, pero más aplicable”, añade el arquitecto. Su proyecto futuro más ambicioso es una Torre Biónica de 1.228 metros de altura en 300 pisos en Shanghái, pero asegura que sus enseñanzas son aplicables aquí y ahora.

Club de Tenis Juan Couder en Aravaca (Madrid), obra de Cervera & Pioz arquitectos.
Club de Tenis Juan Couder en Aravaca (Madrid), obra de Cervera & Pioz arquitectos.

De hecho, algunas construcciones biónicas que ha firmado Pioz están en España, como la sede de la Embajada de la República Popular China (Madrid), el Club de Tenis Juan Couder en Aravaca (Madrid) o el hospital Santa Isabel Health Care Center (Zaragoza), entre otros. Edificaciones eficientes, mucho antes de que la eficiencia no fuera cuestionada en la arquitectura.

Pero Pioz no habla solo de construcciones nuevas, también de recuperar y adaptar, bajo sus principios, los ya edificados: “Nuestras ciudades están compuestas de muchos barrios que, con el paso del tiempo, van quedándose obsoletos y se destruyen. Es entonces cuando se puede actuar. No se trata de construir en los márgenes de las ciudades, sino de transformar los espacios de esa ciudad de manera más sostenible”.

¿Un ejemplo práctico? “Hace años que en Shanghái comprendieron la necesidad de convertir espacios en jardines. No sé si todas las ciudades del futuro serán biónicas, pero creo que sí serán verdes”.

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