La misión de un exfutbolista y un interiorista: transformar el centro de Sevilla

En Sevilla hubo otra expo internacional antes de la de 1992. Fue setenta años antes, en 1929, cuando la capital hispalense acogió la gran Exposición Iberoamericana que ubicó la ciudad en la cabecera del tren de incipiente integración entre Europa y el continente americano. Esta gran cita cultural y comercial despertó ya, desde años antes, un auge inmobiliario y una renovación de parte de su callejero.

Una de las vías que se consiguió abrir y ensanchar fue la concurrida Avenida de la Constitución que, para entonces, se llamaba de Cánovas del Castillo. Allí, en el número 2, el arquitecto José Espiau y Muñoz –firma también del hotel Alfonso XIII– levantó un edificio de estilo regionalista, donde se podían ver las referencias islámicas y platerescas que terminarían definiendo la imagen de Sevilla. Era La Adriática (1914-1922).

Esta regia mole neomudéjar de cuatro pisos con una espectacular galería de arcos en su fachada y una cúpula de azulejos vidriados –acogió hasta 2014 la confitería Filella– hoy alberga las oficinas de una de las empresas que, como en aquel 1929, también prometen aportar algo nuevo al desarrollo de Sevilla: el Grupo Abu.

Referencias árabes

Detrás de este grupo promotor inmobiliario está, como socio, el futbolista Aitor Ocio, que ha fichado al decorador Tomás Alía para diseñar el interiorismo de muchas de las viviendas de autor que están llevando a cabo en espacios singulares y recuperados de la ciudad, como La Adriática, que, a su vez, está abierta por primera vez al público. “Queremos acercarnos al entorno histórico de Sevilla, ponerlo en valor, actualizar los edificios con interiores contemporáneos y atrayentes; es una revisión de lo histórico desde lo actual”, cuenta el decorador.

Alía, con experiencia en la cultura árabe tras haber remodelado el Palacio Real del emir de Catar o diseñar la residencia de la embajada de Argelia en Madrid, entre otros proyectos, ha recurrido “a la cultura andalusí” para trabajar el interiorismo de estas viviendas del Grupo Abu. “Por mi trayectoria acudo al mundo árabe como referencia estética, pero sin caer en el exceso y el barroquismo; voy a añadir azulejos, yesos, cerámica de Triana, esmaltados y la artesanía de maestros herreros. Es una manera de revisar la artesanía sevillana, pero conseguir un resultado moderno”, añade.

Las viviendas que va a trabajar el Grupo Abu junto a Tomás Alía estarán, además de en el centro histórico, también en el barrio de La Alameda: “Es un barrio muy de moda, con un despertar cultural más cañero, fuera de lo habitual en Sevilla. Trabajar en las viviendas de esta zona de la ciudad será diferente”. De nuevo la Sevilla de los contrastes, la que camina entre la simplicidad de Cruz y Ortiz y el barroquismo de Aníbal González.