El poder perpetuo en China
Desde Mao Zedong, o quizás desde Deng Xiaoping, nadie ha tenido tanto poder en sus manos. Los presidentes norteamericanos cuentan, y esperamos que sigan contando siempre, con limitaciones constitucionales y con la actuación de otros poderes del Estado capacitados para impedir un Gobierno sin límites y sin fecha de caducidad.
En el último Congreso del Partido Comunista, Xi Jinping no señaló a ningún sucesor —como era tradición— pero nadie se esperaba esta maniobra. Esto es el resultado de un Gobierno sin oposición, que ha reprimido duramente abogados de derechos humanos y minorías asimiladas, y que se ha expandido por su pretendido mar ignorando resoluciones judiciales internacionales. Hacia el exterior es dueño y señor de la deuda externa de muchas naciones y comercia brutalmente en sectores como el textil y el de paneles solares.
El Imperio Romano inventó la figura del dictador con poderes excepcionales para momentos graves por un período de seis meses. China quiere esta figura para toda la vida.— Luis Peraza Parga. Misuri (Estados Unidos).
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