A menos conectividad, mayor ahorro. Si no va a usar Bluetooth, la conexión wifi, el GPS —la antena de posicionamiento consume bastante energía—, o el NFC —la conexión inalámbrica con la que se puede, por ejemplo, pagar en el supermercado—, apáguelos porque aunque no lo parezca siguen funcionando en segundo plano. Solo en el caso de que esté en casa o en la oficina es mejor dejar activado el wifi, también en los trayectos: entrar en el menú de ajustes para desactivarlo y activarlo le hará gastar más energía.
Si viaja entonces sí desactívelo, pues evitará que el dispositivo busque redes wifi inútilmente. La herramienta gratuita Gestor de red wifi, que automatiza el proceso, es una buena solución para los más despistados. Por cierto, si quiere descargar datos recuerde que el wifi consume menos energía que las redes móviles.