La diplomacia impulsiva del enviado de Trump en Israel

Además de ser judío y abogado experto en bancarrotas, poco se sabía de David Friedman cuando fue nombrado hace un año embajador de Estados Unidos en Israel, salvo que trabajaba como asesor de negocios inmobiliarios de Donald Trump. Friedman, de 59 años, había permanecido desde entonces en un discreto segundo plano hasta que el reconocimiento del presidente republicano de Jerusalén como capital del Estado hebreo puso el foco sobre su figura. El letrado neoyorquino fue uno de los impulsores de la decisión de la Casa Blanca.

Poco habituado al sigilo y la discreción con que suelen desenvolverse los diplomáticos profesionales, Friedman ha cobrado notoriedad al airearse sus impulsivas reacciones en las redes sociales. Primero se enfrentó con la Autoridad Palestina al acusar a sus líderes de haber celebrado el pasado lunes el atentado en el que murió un rabino apuñalado en un asentamiento en Cisjordania. “¿Representa a Israel o a Estados Unidos?”, le replicó Nabil Abu Radainah, portavoz del presidente Mahmud Abbas.

Antes de ponerse al frente de la legación, Friedman contribuyó económicamente en favor de los asentamientos. Tras el apuñalamiento del rabino, desveló en Twitter que había sufragado dos décadas atrás la adquisición de una ambulancia para la colonia de Har Bracha, en la que vivía la víctima.

El columnista Gideon Levy le contestó ayer, esta vez desde las páginas de Haaretz: “Con ambulancia de Friedman o sin ella, Har Bracha [Monte de las Bendiciones, en hebreo], es una montaña de maldiciones”. En un gesto con escasos precedentes en los anales del Departamento de Estado, el embajador saltó de nuevo a las redes sociales en caliente con este indignado tuit: “¿Qué ha pasado con @Haaretz? Cuatro hijos están velando a su padre asesinado. ¿Es que no tienen decencia?”.

El editor de diario de referencia de la izquierda israelí, Amos Schocken, recogió el guante en Twitter. “Levy tiene razón”, argumentó. “Mientras las políticas de Israel y del Gobierno de EE UU sigan obstruyendo el proceso de paz (...) seguirá habiendo velatorios”.