Se conocieron en el Nasti malasañero: hoy, convierten las chinchetas en joyas y arrasan en Asia
Bolsas de basura fabricadas en cuero, pendiendes grapa, 'pins' con forma de mosca... BIIS demuestra que la joyería no tiene por qué ser aburrida
"Cuando pusimos a la venta la bolsa de basura de cuero la gente nos insultaba". Rubén Gómez (39 años, Jaén), cofundador de BIIS, habla del que ha sido, a pesar de las críticas, el mayor éxito de la firma de joyería que comparte con Sara Lasry (37 años, Madrid). Un bolso de cuero negro rematado con una cinta amarilla que emula a la típica bolsa de plástico que se usa en casa para tirar los restos orgánicos. Sin embargo, a diferencia de los cinco céntimos a los que sale la unidad de las bolsas corrientes, la creación de BIIS cuesta 360 euros. "Nos llamaban de todo porque la gente pensaba que vendíamos bolsas de cuero para ricos que las usaban para llenarlas de desperdicios y tirarlas a la basura. No entendían que nuestro diseño era un accesorio, un bolso", explica Gómez.
Este controvertido bolso es la única licencia que Gómez y Lasry se han permitido fuera de los límites de la joyería conceptual, como les gusta definir BIIS, en la que trabajan. "Antes de unirme a Sara tenía mi propia firma de moda, Gómez, y se me había quedado la espinita clavada de no haber diseñado una bolsa de basura de cuero. Cuando se lo conté a Sara le pareció una buena idea y decidimos sacarla, pero nuestro fin es crear piezas de joyería originales y especiales pensadas para todos los públicos", explica Gómez.
BIIS nació a finales de 2015. Años antes Rubén y Sara habían fantaseado con el proyecto en las noches que compartían en el Nasti (célebre local del madrileño barrio Malasaña). Esas veladas les sirvieron para descubrir que ambos tenían la misma visión de la joyería. Desde entonces, su única misión ha sido añadir sentido del humor a un mundo tan ortodoxo como el de la joyería tradicional. Grapas, clips, chinchetas [45€], anillas de latas de refresco [80€] o imperdibles fabricados en plata y bañados en oro son las piezas protagonistas de sus colecciones. Por qué BIIS. Porque a ambos les gustaba un grupo de indie pop llamado Bis, escoceses y con algún éxito efímero. "Además de eso, es un término que refleja dualidad, como nosotros que somos dos y cómo muchos de nuestros diseños hechos con dos materiales, como plata y oro. Al diseñador gráfico se le ocurrió añadir otra "i" para reforzar aún más esta dualidad y a Sara y a mí nos pareció perfecto".
"Nuestra idea era crear una firma de joyas para chico que las chicas pudieran llevar, aunque el resultado final han sido unas colecciones unisex que llevan personas casi de cualquier edad", señala el jienense. Desde jóvenes de 25 años que comienzan en el mundo laboral y pueden permitirse una de estas joyas como capricho a señoras que buscan algo diferente y valoran el tono original de la firma.
"Aún nos sorprende que los pendientes con forma de mosca [95€ la unidad] sean un éxito entre clientas que superan los 50 años. En un principio los diseñamos pensando en un público más joven que suele llevar pendientes desparejados, o incluso llevar solo un pendiente, pero ellas los compran de dos en dos. ¡Estas navidades hemos vendido un montón de pares!", señala.
Esta firma de inspiración punk tiene como objetivo poner de moda la estética perroflauta (según la Fundéu, "personas habitualmente jóvenes y con aspecto descuidado similar al de los hippies en su acepción más moderna"). "Hemos convertido la joyería improvisada con desperdicios como las anillas de las latas de refrescos que llevan los punks en una joyería cuidada y de calidad. El nuestro es un punk de cómic, como hecho para salir en Los Simpson", señala Gómez.
BIIS está presente en tiendas multimarca en Nueva York, pero su mercado principal se encuentra en Asia. Allí tienen puntos de venta en Hong Kong, Tokio, Seúl o Taiwan, entre otras ciudades. De momento, en Europa, donde tienen menos presencia, venden en ciudades como París, Milán o Madrid. Donde si llegan a todo el mundo es a través de su página web: "Nos hacen pedidos desde todas partes y hacemos envíos donde haga falta", asegura a ICON el cofundador de BIIS.
De la mano del fotógrafo Adrián González Cohen acaban de presentar Color, una colección de joyas con diferentes baños de color que ha logrado lo imposible: que un hombre con joyas no parezca Liberace. Y que objetos en apariencia ínfimos y desechables (pero solo en apariencia) se conviertan en joyas de esas que duran para toda la vida.
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