‘Cibermili’ estonia contra las amenazas rusas
El país báltico permite a una parte de los conscriptos formarse contra los ciberataques
El servicio militar aparece como un recuerdo desfasado en la mente de muchos europeos. Estonia, uno de los ocho países que lo conservan en la UE, busca modernizarlo. El Ministerio de Defensa de este Estado, uno de los más septentrionales del club comunitario, lanzó el año pasado la cibermili. Comenzó como un proyecto piloto que finalmente se ha asentado. Cada ejercicio, un máximo de 20 jóvenes pueden optar por hacer la mili tratando de neutralizar amenazas cibernéticas frente a un ordenador en lugar de aprender a manejar un tanque.
El motivo es que Estonia, país fronterizo con Rusia, teme mucho más a los ataques cibernéticos que a los tanques. En 2007 sufrió uno de gran magnitud que combinaba anomalías informáticas con agitación pública. A raíz de ese episodio, atribuido al vecino ruso, los gobernantes decidieron dedicar todos sus esfuerzos a blindarse contra esas interferencias externas.
“Tenemos un servicio militar cibernético; cada año reclutamos a 20 chicos y chicas para que desarrollen esas capacidades”, explicaba Erki Kodar, subsecretario de Defensa en Estonia, durante una reciente visita de periodistas europeos a Tallin. El país trata de mejorar la estrategia contra este fenómeno que hoy inquieta tanto a la UE como a la OTAN. “Hay que pasar de las acciones defensivas a las ofensivas”, añadía, en referencia a los intentos de responder a estos actos hostiles con medidas más agresivas que la mera reparación de daños.
Atraer a expertos en tecnologías de la información hacia el sector público —al menos durante el periodo de mili, que ronda el año— supone también un intento de competir con el sector privado, más atractivo para estos jóvenes. Tras los primeros meses de entrenamiento común, esos 20 conscriptos son transferidos a labores de ciberdefensa. Mientras, sus compañeros se dedican a tareas más convencionales. Queda por ver si esa especialización revierte en el Ejército o los jóvenes acaban fichando —probablemente con mejores sueldos— por la empresa privada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.