Michèle ‘Mimi’ Marchand, la amiga paparazi de los Macron
La pareja presidencial francesa se deja asesorar por a quien llaman “la Mata Hari” de la prensa del corazón
Un momento de sorpresa, seguido de un parpadeo rápido y un silencio incómodo mientras se busca cómo cambiar rápidamente de tema sin que resulte demasiado evidente. Así reaccionan muchos miembros de la prensa del corazón francesa —y de otros rubros— cuando se pronuncia el nombre de Michèle “Mimi” Marchand. La septuagenaria de voz de fumadora empedernida y de carácter inflamable posee una de las agendas más codiciadas de Francia y, al frente de la agencia fotográfica Bestimage, controla todo lo que pasa en el país susceptible de ser noticia, especialmente del corazón. Pero Mimi Marchand tiene, además, otra llave privilegiada, la del Elíseo. Asesoró a Emmanuel y Brigitte Macron para gestionar su imagen durante la campaña electoral y, ya en el poder este, Marchand sigue siendo una figura asidua en el palacio presidencial, donde su agencia tiene también acceso casi ilimitado. Una palabra suya puede cerrar muchas puertas y exclusivas.
Tuvo “lazos privilegiados durante la campaña y todavía perduran”, confirma en una conversación con periodistas europeos Laurence Pieau, directora de la revista del corazón Closer y que conoce desde hace años a la que Le Monde llama “la Mata Hari de los paparazis”. Paradójicamente, para ser una persona tan conocida por los más famosos e influyentes del país, tanto de la escena política como de la económica o del mundo artístico, Mimi Marchand sigue siendo un gran misterio para la mayoría de los franceses. La mujer de las mil vidas pasó de dirigir clubes nocturnos en París a ser la reina de la prensa del corazón. “Es una bomba en el centro del sistema, una caja blindada de secretos que libera o retiene según sus caprichos e intereses”, la describía la revista Vanity Fair en un largo reportaje que le dedicó en abril.
Reacciona con alergia a las peticiones de entrevistas y, desde el final de la campaña electoral en la que fue una figura constante al lado de Brigitte Macron, ha sabido mantenerse en un segundo discreto plano. Pero aunque no tiene ningún cargo oficial ni figura en ningún organigrama del palacio presidencial, sigue siendo una figura requerida en el Elíseo, donde ejerce de asesora oficiosa de imagen de los Macron, como confirmó ella misma en una rara entrevista con la emisora BFMTV en octubre. “Yo soy un pequeño electrón libre al que de tanto en tanto se le puede preguntar: '¿Qué opinas?' ¡Pero nada más!”, afirmó. Eso sí, reconoció que las consultas se suceden con bastante regularidad: va al menos una vez por semana al Elíseo, a “analizar” la actualidad. Lo hace en el “ala Madame”, en la zona este del palacio, donde tiene sus oficinas la primera dama.
“Los Macron son un concepto de marketing en política, todo está construido. Todo está orquestado por la famosa Mimi Marchand, omnipresente en el mundo del show business”, dijo a la cadena el asesor de comunicación Philippe Moreau-Chevrolet.
Marchand es alguien que, pese a su exterior duro, “funciona con afecto”, contrapone Laurence Pieau, “quiere a los personajes de los que se ocupa”. Entre ellos han figurado estrellas indiscutibles del firmamento galo como el recientemente fallecido rockero Johnny Hallyday, la cantante y ex primera dama Carla Bruni, los Macron o Xavier Niel, el genio de las telecomunicaciones que acaba de ser elegido por Vanity Fair como el francés más influyente.
Fue precisamente Niel el que puso en contacto al actual matrimonio presidencial con Mimi Marchand. Sucedió en la primavera de 2016, cuando Emmanuel Macron solo era aún un ministro casi desconocido del Gabinete de François Hollande. Pero sus ambiciones políticas ya se estaban gestando y a su esposa Brigitte le preocupaban los rumores que circulaban sobre su presunta homosexualidad, uno de los múltiples prejuicios que la pareja ha tenido que afrontar por tener ella 24 años más que su marido. Rápidamente, Marchand se encargó de la imagen de los Macron, a los que aconsejó no esconderse ni evitar el tema de su diferencia de edad. Fue ella la que orquestó la famosa portada del verano de 2016 en la que se les veía paseando por la playa, ella embutida en un bañador en el que mostraba su excelente figura. Un año más tarde, su mano se sigue sintiendo en la imagen de los Macron. De las 60 fotografías que acompañaban en noviembre otro reportaje de Paris Match, esta vez dedicado a los seis meses de Brigitte como primera dama, 50 instantáneas, tomadas tanto en Francia como en viajes oficiales al extranjero de la pareja presidencial francesa, están firmadas por la agencia de Marchand.
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