Una cena carcelaria
IR A UN restaurante y acabar sentado en una silla eléctrica antes de que le sirvan el primer plato. Esta es la apuesta culinaria de Food Crime, un local temático de Mansoura, una ciudad a unos 110 kilómetros al norte de El Cairo. Su dueño, Waleed Naeem, se propuso romper con lo convencional, pero ha dejado claro que su negocio no tiene ninguna connotación política. Seis años después de la revolución de Tahrir, y tras cuatro del golpe militar que derrocó al islamista Mohamed Morsi, el régimen del presidente Abdelfatá al Sisi ha instaurado la represión y la censura en el país árabe más poblado del mundo. Decenas de miles de egipcios están entre rejas. Ahora, en el local de Naeem, los ciudadanos en libertad pueden experimentar lo que es estar encerrado. Aunque sea durante la cena.
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