Blankaforti 2015, pasión es observación
Jordi Llorens fue payés de uvas antes que geólogo. Ahora combina ambos saberes para escribir páginas inéditas en su tierra de Blancafort: mirar y ver para comprender. Sin prisas.
LOS VINOS DE Jordi Llorens, viñador, tienen entidad propia. Viven felices consigo mismos, sápidos y poseedores de una superficie turgente que sabe cómo transmitir sensaciones. Cuando llega el bebedor atienden, claro, pero son como su creador: fieles a su paisaje, viven concentrados, libres de dogmas y apriorismos. Tienen la sonrisa a flor de labios, dedicados a la observación que conduce al aprendizaje, al conocimiento nuevo de las cosas que muchos vieron antes de manera distinta. Blankforti 2015 muestra con nitidez los aromas de la fermentación y la fresca intensidad de la bodega en pleno trabajo. Al rato, el vino habla de aromas de fruta reposada, y de la tierra: arcilla que perforaron los goterones de lluvia; pimientos en la mata. Placer y sencillez. La hospitalidad sabe a aceituna negra, a hogaza de buen pan, a aceite y sal. Cerezas y tomillo. Algarroba: síntesis de ligereza y de contundencia, de flor en invierno y de sombra densa, seca y acogedora en verano.
Ficha técnica Celler Jordi Llorens, Blankforti 2015
Vino de mesa en Blancafort (Tarragona), 14%. Distintos tipos de tierra (margas rojas, calcáreas) en cultivo ecológico, con compost hecho en casa y granja de gusanos para horadar la tierra, alientan uvas de garnacha tinta, syrah y cabernet sauvignon. Maceración semicarbónica y fermentación espontánea en acero inoxidable. Reposo de varios meses en depósito con sus lías. No hay otra intervención. Precio: 14,80 euros.
Sensaciones
Vino del primer otoño, cuando el viento dibuja nuevas transparencias para el frío que llega. Hay corteza de naranja bañada en oscuro chocolate.
A través del cristal
Tabla de piedra de India & Pacific, sacacorchos de Habitat y copa para Pinot Noir de la serie Vinum Extreme de Riedel.