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Tribuna
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Figuras ocultas

La autora relata su experiencia como representante española de un programa estadounidense que ha reunido a un grupo de mujeres científicas de todo el mundo

Mary Jackson, una de las mujeres protagonistas de 'Figuras ocultas'.
Mary Jackson, una de las mujeres protagonistas de 'Figuras ocultas'.NASA

Hay todavía demasiadas mujeres cualificadas ocupando posiciones secundarias, sin recibir el reconocimiento salarial o social que merecen, y con hombres, a veces menos preparados, por encima. Es una labor de todos y una responsabilidad para aquellas de nosotras que vivimos en países desarrollados, con más libertades y herramientas que nuestras colegas de regiones desfavorecidas, visibilizar el papel de la mujer en la sociedad.

Éste era, precisamente, uno de los objetivos que perseguía la Oficina de Educación y Asuntos Culturales del Departamento de Estado de Estados Unidos con el programa #Hiddennomore: Empowering women in STEM, que ha reunido durante tres semanas a 48 mujeres líderes en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (cuyas siglas en inglés forman el término STEM), entre las cuales tuve el honor de estar como representante de España. La iniciativa forma parte del Programa de Líderes Visitantes Internacionales, un ambicioso plan de intercambios profesionales de EE UU en el que han participado, entre otros, más de 350 jefes de Estado de todo el mundo

Inspirados por la película Figuras Ocultas, que narra la historia de las afroamericanas Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson, hasta ahora completas desconocidas, que trabajaron para la NASA y jugaron un papel crucial en los inicios del programa espacial en los años 60, y preocupados por la baja tasa de mujeres en carreras STEM, los responsables del Departamento de Estado, en colaboración con sus rmbajadas, se pusieron manos a la obra para seleccionar a un grupo de mujeres destacadas en estos campos para participar en este recién estrenado programa. Finalmente, de un total de 129 candidaturas, fuimos seleccionadas 48.

Así, el 9 de octubre comenzó nuestro periplo por tierras americanas. John Sullivan (subsecretario de Estado) nos recibió en Washington DC y nos animó a compartir nuestras experiencias con otras mujeres y mostrarles que hay un lugar para ellas en el mundo STEM. De DC a Pensacola (Florida), donde participé de sus programas en STEAM donde incluyen el arte como parte del aprendizaje de la ciencia y la tecnología, promoviendo la creatividad y el trabajo en equipo desde edades tempranas. Empoderan a sus educadores para innovar en las aulas y funciona.

Es una labor de todos y una responsabilidad para aquellas de nosotras que vivimos en países desarrollados, con más libertades y herramientas que nuestras colegas de regiones desfavorecidas, visibilizar el papel de la mujer en la sociedad

Después, Chicago y Los Ángeles, donde las 48 participantes compartimos y analizamos nuestras experiencias, buscando colaboraciones entre nosotras y la gente que habíamos conocido para cambiar el papel de la mujer en la ciencia y la tecnología. Durante estas semanas hemos interactuado con la flor y nata de la ciencia y la tecnología americana. Quiero destacar a Sandra Cauffman, costarricense de origen humilde, ahora subdirectora de la División de Ciencias en la Tierra de la NASA. “No hay que tener miedo al fracaso, sino aprender de él”, nos decía. También tuvimos la oportunidad de conocer a Susan Goldberg, primera editora jefa de National Geographic. Hago mías sus palabras: “El objetivo es alcanzar un punto en el que ninguna mujer tenga que ser la primera en nada, el punto en el que el género no sea parte de la ecuación del éxito profesional”.

Los problemas a los que nos enfrentamos en el mundo de hoy son complejos y requieren perspectivas imaginativas. Hay que dejar que las mujeres aporten sus ideas y soluciones en posiciones donde tengan la capacidad de cambiar las cosas. A nivel personal ha sido una experiencia muy enriquecedora e inspiradora, pero también ha sido un baño de realidad; queda mucho camino para que las mujeres ocupemos el papel que nos corresponde en la sociedad. No sólo por la discriminación sino por el acoso y los abusos que muchas mujeres, en regiones como Asia, todavía sufren sistemáticamente por parte de sus profesores y superiores, y que ni siquiera pueden denunciar ya que carecen de una legislación que las proteja.

“El objetivo es alcanzar un punto en el que ninguna mujer tenga que ser la primera en nada, el punto en el que el género no sea parte de la ecuación del éxito profesional”

La Oficina de Mujer en Ciencia del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) organiza seminarios abiertos a estudiantes para concienciarlos sobre cuestiones de género y romper estereotipos culturales mostrándoles otros roles de mujer que despierten en ellos y ellas la curiosidad por estas profesiones. Es difícil que las jóvenes quieran ser algo que desconocen. La ciencia y la tecnología son el camino para el desarrollo de la sociedad, y hay que invertir en ello, algo que en España todavía no se hace suficientemente.

Lola Martínez es jefa de la Unidad de Citometría de Flujo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

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