Las siete tendencias de éxito para la próxima primavera
Terminadas las Semanas de la Moda, Nueva York, Madrid, Milán y París coinciden en que la estrella será la gabardina, habrá plástico y la sandalia con calcetín no desaparece
En la industria del lujo actual, donde, cada vez más, las marcas optan por reforzar sus códigos estéticos en vez de forzarse a seguir corrientes estilísticas, resulta difícil hablar de tendencias como se hacía hace años. Cuanto todo se lleva, ¿qué está de moda? Aun así, las pasarelas de Nueva York, Madrid, Milán y París han coincidido en subrayar ciertas propuestas: de la hegemonía de la gabardina a las sandalias con calcetín.
Una gabardina y nada más. París y Milán han hablado: la prenda estrella de la próxima primavera será la gabardina. Puede parecer una elección poco excitante, pero, como siempre, todo depende de la perspectiva bajo la que se interprete. Loewe la propone desgarrada y en versión vestido; Maison Margiela, deconstruida; Max Mara, informal; Bottega Veneta en organza transparente y Céline sobredimensionada y doblada sobre sí misma. Para fortuna del consumidor, cualquier estilo es bueno mientras la pieza esté elaborada en el tejido que Thomas Burberry inventó en 1880.
Plástico fino. Todo comenzó hace seis meses cuando Raf Simons debutó al frente de Calvin Klein con una colección en la que jugaba a plastificar sus abrigos de pelo y tweed. Esa misma temporada, Miuccia Prada presentó una colección de chubasqueros transparentes con cuellos de pelo para Miu Miu. Al calor de su éxito, las pasarelas se han llenado ahora de vinilos y materiales derivados del petróleo. De Chanel, donde Karl Lagerfeld levantó una cascada de 10 metros de alto en mitad del Gran Palais para justificar la profusión de impermeables, hasta Valentino y su reinterpretación del streetwear, pasando por Balmain o Marc Jacobs. Incluso los bolsos de Chanel y Balenciaga llevarán este primavera su propio anorak.
Colores pastel. Rosa bebé, azul cielo, lila. Fueron los colores que protagonizaron los armarios más cursis en los noventa y ahora firmas como Victoria Beckham, Sies Marjan o Helmut Lang vuelven a reivindicarlos asociados a la estética minimalista que definió esta década. Karl Lagerfeld echa mano en Chanel de los tonos sorbete para sus vestidos años veinte y Gillaume Henry declina sus faldas saharianas y levitas en esta paleta cromática para Nina Ricci.
Falda lápiz. Nadie dijo que la pasarela tuviera en cuenta la comodidad o las necesidades de la mujer contemporánea. Balenciaga apuesta por un modelo clásico en tweed rematado con un cinturón de cadena. Hermés la propone bajo un jersey de canalé y Gucci, combinada con americanas de hombros monumentales en una recreación irónica de la estética que encumbró Armas de Mujer.
Ilustraciones. Tras su desfile de Milán, Miuccia Prada explicaba a Suzy Menkes, editora internacional de Vogue, que quería dedicar su colección, en la que divertidos dibujos recorrían abrigos y camisas, a las “caricaturistas que han existido desde los años treinta, mujeres que por entonces se iniciaban en el trabajo con alegría, entusiasmo e inteligencia”. También Dior incluye dibujos de monstruos, corazones y arañas.
Bolsos. A mí me daban dos. Será porque en el universo hiperconsumista del lujo llevar solo un bolso que vale más que un coche de segunda mano no es suficiente, o porque la mujer actual está cansada de intentar embutir su vida en una pequeña pochette, pero Chanel, Ferragamo y Tod’s han presentado sus nuevos modelos sobre la pasarela de dos en dos. Quién les iba a decir a tantas trabajadoras que cada día viajan en metro cargadas con la bandolera y otra bolsa para el tupper, que, sin saberlo, eran influencers.
Sandalias con calcetín. Esta combinación que algunos consideran el epítome del mal gusto tampoco es nueva. Entre sus abanderadas: Courtney Love y la expresidenta de la comunicad de Madrid, Esperanza Aguirre. Prada propone sandalias con incrustaciones de cristal combinadas con una suerte de calcetines de esquí en colores flúor; Versace utiliza ese estampado en zapatos y leotardos; Dolce&Gabbana combina sus barrocos modelos con medias pop y Missoni opta por calcetines ejecutivos metalizados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.