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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez
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Chavales a los que nadie cuida

Muchos menores refugiados no acompañados se prostituyen en Grecia

Muchos menores sirios no acompañados viven en las calles griegas.
Muchos menores sirios no acompañados viven en las calles griegas. María Treviño.

El pasado mes de marzo saltaba a los titulares de muchos medios europeos la noticia de que en Europa había unos 10.000 menores extranjeros no acompañados que habían desaparecido. La noticia no daba muchos más detalles y la cifra, sin contrastar, se convirtió en una referencia. En porCausa, empezamos a investigar dicha información y rápidamente descubrimos que no era oficial. Por increíble que parezca en Europa no se sabe cuántos menores extranjeros no acompañados hay en su territorio. Descubrimos que la cifra de 10.000 menores desaparecidos salía de unas declaraciones informales de una oficial de la Oficina Europea de Policía (Europol) y eran una estimación a la baja, sobre los datos recogidos solo en 3 de los 28 países de la Unión Europea: Italia, Suecia y Alemania. Es decir, que como publicamos con el diario Voz Populi en julio, se desconoce el número de menores extranjeros no acompañados que hay en Europa porque no hay un debido cuidado y seguimiento de los mismos. Esto, obviamente los deja en manos de las mafias de trata de personas y prostitución.

Ese mismo mes de marzo dos activistas colaboradores basados en Grecia nos hacían llegar una información espeluznante sobre grupos de menores extranjeros no acompañados en Atenas. Menores, en su gran mayoría refugiados sirios y afganos, se prostituyen diariamente en las plazas de la capital helena, ante la inacción de las autoridades griegas desbordadas y desinteresadas. Como refleja la exclusiva que porCausa publicó con eldiario.es el pasado viernes, “el número estimado de menores no acompañados en Grecia es de 2.250, mientras que el número de plazas disponibles en todo el país es de 1.270. En total, 1.149 niños se encuentran en lista de espera”. El testimonio recogido por nuestro colaborador en Atenas es demoledor. Un joven sirio, de 15 años, explica ante una cámara como llegó hasta el punto de prostituirse por primera vez por un puñado de euros. Cómo siguió haciéndolo durante unos meses para poder comer, para poder vestirse y para finalmente poder recuperar suficiente dinero para irse a otro país y empezar una vida nueva, que siempre estará marcada por esta tremenda vivencia. Muchos de estos menores no soportan la crudeza de su vida y buscan la evasión en las drogas. Se venden unas drogas muy fuertes y muy baratas en Atenas, algunas de ellas como la Shisha te pueden matar en 6 meses. El reportaje es durísimo, pero es importante, por respeto a estos chavales, mirar lo que está pasando de frente.

Y no todo queda tan lejos de casa. En julio un equipo de investigación de porCausa estuvimos en Melilla. La situación de desborde de los centros de la ciudad, es pública y notoria y es por todos sabido que varios centenares de niños extranjeros viven solos fuera del marco de acogida y cuidado al que tienen derecho por defecto, por ser menores. Te los cruzas en las calles y se te encoge el alma. Como contaba magníficamente el reportaje con fotos y vídeo de periodista melillense Antonio Ruiz publicado en este periódico, los niños se juegan diariamente la vida para intentar subirse de polizones a los ferris que unen Melilla con la península, cuando este viaje debería hacerse de forma ordenada y sin riesgo para los chavales.

Como ven la información está ahí. Se sabe que hay decenas de miles de menores extranjeros en Europa solos, desprotegidos, malviviendo y en muchos casos víctimas de redes de prostitución y trata. Se sabe que todos los gobiernos europeos sin excepción están desatendiendo su obligación de cuidarlos. Y sin embargo, los números no dejan de crecer y la desprotección también. La impunidad con la que las autoridades públicas incumplen sus obligaciones es la responsable de que esta situación empeore crecientemente. De modo que les animo a que se informen y difundan la información porque es la mejor manera de que atentados contra los derechos fundamentales como estos no pasen desapercibidos.

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