El mayor escándalo de Madonna cumple 25 años
Un cuarto de siglo después, YouTube ha vuelto a censurar el videoclip de 'Erotica'
Cuando Madonna se presentó ante el mundo en 1982, expresó claramente sus intenciones: “Quiero dominar el mundo”. En cierto modo lo había conseguido durante la década de los 80, pero no fue hasta el 2 de octubre de 1992 cuando la reina del pop logró que el mundo entero no hablase de otra cosa que no fuese ella. Ese fue el día del lanzamiento de su quinto álbum de estudio, titulado Erotica y acompañado del videoclip del mismo título y el libro de fotografías Sex. En el que sin duda fue su proyecto más ambicioso hasta la fecha, Madonna desplegaba todo un catálogo de fantasías sexuales. Sadomasoquismo, fetichismo de pies, bondage, homosexualidad de ambos géneros, travestismo, sexo interracial, tríos, orgías, sexo con ancianos o la escenificación de una violación. La Ciccone era consciente del riesgo, pero el precio que tuvo que pagar superó cualquier expectativa. Tertulias de televisión (incluso de informativos) y artículos en portada de periódicos y revistas de todo el mundo comenzaron una campaña en su contra, proclamando que había superado todos los límites y había que detenerla. Las ventas y aceptación que hasta el momento tenían todos sus trabajos se vieron frenados, y años después Madonna ha confesado que llegó a creer que aquello terminaría con su carrera. Veinticinco años después su obra más transgresora ha sido reconocida, pero el mundo al parecer sigue sin estar preparado para contemplarla con normalidad. Este mismo año Youtube retiró el videoclip de Erotica de su catálogo, aunque acaba de recuperarlo justo para su 25 aniversario.
Resulta fundamental conocer el contexto en el que se publicó Erotica. En 1992 Madonna era junto a Michael Jackson la mayor superestrella del planeta. El disco de grandes éxitos que había lanzado dos años antes había vendido más de 25 millones de copias (aún hoy es el recopilatorio más vendido de la historia), su última película Ellas dan el golpe se convertía en un taquillazo en el verano de 1991 y el single que había compuesto para la banda sonora había alcanzado el número uno. La inercia en la carrera de Madonna era de ascenso imparable. Solo necesitaba un disco bien producido y promocionado para asegurarse muchas semanas en el número uno y millones de copias despachadas en las tiendas. Sin embargo la reina del pop tomó la decisión más arriesgada hasta el momento, casi suicida. Es cierto que ya había avisado a finales de 1990 con el sensual clip de Justify my Love. Madonna fue censurada y tuvo que lanzarlo en formato video single, algo que nunca se había hecho pero que funcionó increíblemente bien, llegando al número uno y vendiendo un millón y medio de copias.
Erotica fue mucho más allá. Era todo lo contrario a lo esperado de un disco pop comercial. Empezando por la imagen de la propia Madonna. De dominatriz, con látex, cuero, antifaz, fusta y un diente de oro con la letra D grabada. Era la inicial de Dita, el alter ego adoptado por la cantante para personificar ese universo sexual en el que ella ejercía de ama. Lo siguiente fue el sonido. Oscuro, casi underground, con letras agresivas interpretadas por Madonna casi recitando entre susurros e incluso coqueteando con el hip hop y con el jazz. Y por supuesto por el alto contenido sexual sobre el que giraba el álbum. La MTV lo sacó inmediatamente de su parrilla y solo lo ha emitido entero 3 veces desde entonces, siempre después de medianoche. En España el estreno fue parecido. Nieves Herrero presentó un programa especial en prime time y tras el estreno del videoclip (pasadas las doce) hubo un debate sobre si Madonna se había pasado de la raya. Dentro de la escasa promoción que tuvo el disco por el revuelo causado, Madonna dio otra entrevista en España. A día de hoy sigue siendo la más surrealista que ha concedido. La hicieron Martes y Trece, y en ella le regalaron a la cantante unas bragas gigantes que ella puso en la cabeza de Millán Salcedo mientras que él se enganchaba a su pierna simulando a un perro durante el acto sexual.
Superado el impacto inicial llegaron las consecuencias. Erotica y sobre todo Sex alejaron a buena parte del público. La cantante pasó de ser una diva para todos a una artista más experimental y solo para adultos. Concretamente los adultos más liberales, y dentro de éstos el colectivo LGTB. La cantante justificó el disco en su lucha por derribar tabúes respecto al sexo, aunque años después declaró que también lo lanzó como un “desafío hacia aquellos que me habían considerado una chica sexy pero sin ningún talento. Quería demostrarles mi poder”. La brutal reacción de los sectores más conservadores estuvo a punto de hundir a la mujer más poderosa de la industria musical. En 2016, en su discurso de agradecimiento tras ser nombrada mujer del año por Billboard, Madonna lo revivió. “Recuerdo verme en las portadas de todas las revistas y periódicos. Todo lo que leía era dañino. Me convertí en una puta y una bruja. Un titular me comparó con Satán. En aquel momento Prince enseñaba el culo y llevaba medias de rejilla. Pero él era un hombre. Fue el primer momento en que me di cuenta que las mujeres no tenemos la misma libertad que ellos. Me quedé paralizada y me llevó mucho tiempo recuperarme y seguir adelante no solo con mi carrera sino también con mi vida”.
Tras unos años de semi retiro voluntario, Madonna recuperó el terreno perdido, pero los ecos de aquel escándalo aún resuenan. Por un lado ha llegado el reconocimiento del Rock and Roll Hall of Fame, que el mes pasado incluyó Erotica dentro de su selección de obras revolucionarias, proclamando que “aún hoy sigue siendo la expresión más audaz de la sexualidad femenina en la historia de la música”. Youtube también reactivó el debate antes del verano al retirar el videoclip después de años en sus páginas y sin ningún tipo de filtro para adultos. Esta misma semana y coincidiendo con el aniversario ha vuelto a aparecer en el canal de Madonna. Un hecho que demuestra que Erotica fue una obra adelantada a su tiempo más de veinticinco años.
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