8 fotosLos piojos que cogerá este año su hijo en el colegio son invenciblesCómo combatir una nueva generación de parásitos sin convertir la cabeza en una ensalada CésarCristina Bisbal Delgado13 sept 2017 - 13:10CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLo primero es conocer al enemigo. Que hay una nueva generación de superpiojos más difíciles de aniquilar no es solo una impresión, tiene una base científica, de acuerdo a un estudio realizado en 2004 por la Global Health Associates de Miami. Ana Álvarez-Viéitez, dermatóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario, lo explica así: "Como todos los seres vivos, los piojos han sufrido mutaciones genéticas que han hecho que se conviertan en especímenes más fuertes y resistentes a los tratamientos convencionales. La causa más probable es el mal uso de pediculicidas —los champús y lociones—, que favorece la supervivencia de los piojos más resistentes: es el proceso evolutivo de la selección natural". Soledad Fenoy, profesora titular de Parasitología de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo añade: "Hay que tener en cuenta que los piojos son probablemente los parásitos más antiguos del hombre, del que dependen para sobrevivir, por lo que no es extraño que a lo largo de los siglos hayan desarrollado estrategias que les permitan subsistir, entre ellas la generación de resistencias a los productos antipiojos. Y concluye: "Es algo parecido a lo que estamos viendo con los antibióticos". Bien, ¿y cómo acabamos con ellos?A ver, tiene razón, hay veces que la mejor defensa es un ataque, pero esto no funciona así con los piojos. Paz González, pediatra y editora de EnFamilia, la web de la Asociación Española de Pediatría (AEP), sentencia: "Hay que explicar a los padres que los pediculicidas, en forma de colonias y champús, no deben utilizarse para prevenir", solo cuando hay infestación de piojos. Así que lo primero que hay que hacer es revisar bien la cabeza en busca de los parásitos o sus crías. Álvarez-Viéitez da una pista: "Si las liendres se encuentran a más de un centímetro de la raíz, lo normal es que estén muertas y sean fáciles de desprender. Sin embargo, si están cerca de la raíz y muy adheridas al cabello se trata de huevos vivos y, por lo tanto, el tratamiento más eficaz es armarse de paciencia e ir quitándolas una a una ayudándose de unas pinzas o de la lendrera". Pero las estrategias para la guerra a su debido tiempo. Para prevenir no se puede confiar solo en los productos repelentes: es necesaria una revisión periódica del pelo, especialmente de los niños, y más aún cuando existen alertas, por ejemplo por parte el centro educativo. Además, aunque no hace meterse en una urna, hay que tratar de llevar el pelo recogido, evitar el contacto cabeza con cabeza, así como no compartir sombreros o peines.Cuando no se ha revisado con frecuencia y de pronto un día los piojos parecen haber establecido su base de operaciones en la cabeza de su hijo o hija la primera tentación es cortar el pelo y eliminar así la mitad de los bichos, para empezar. No hace falta tomar medidas tan drásticas, pero si son muy resistentes ya le advertimos que los remedios caseros que proliferan en los chats de WhatsApp no le dejarán dormir tranquilo: echar unas gotas de esencia de árbol de té al champú, embadurnar la cabeza en aceite de oliva y cubrirla toda una noche para ahogarlos, aplicar una infusión de eucalipto o romero con zumo de limón, aceite corporal para bebés, entre 30 y 40 gramos de vaselina durante una noche, mayonesa, vinagre de manzana... echar productos de cocina en el pelo como si fuera una ensaladera puede ayudar a debiliarlos, pero los piojos pueden aguantar la respiración durante mucho tiempo y ninguno de estos sistemas está exento de utilizar la lendrera con la paciencia de un monje budista. Si no dispone de ese tiempo, acuda a la ciencia. A continuación los remedios de eficacia probada.Fenoy Rodríguez recomienda usar permetrina al 1%, un insecticida que se utiliza también contra los mosquitos y otros insectos y contra los ácaros. Funcionan por neurotoxicidad, atacando el sistema nervioso. No debe emplearse en gatos, pues son el único mamífero en el que este compuesto químico tiene efecto y puede provocarles graves alteraciones en el sistema nervioso central y en el hígado, o incluso la muerte. Suelen ser efectivos si se emplean correctamente, pero siguiendo estrictamente las instrucciones del laboratorio. Después de su aplicación, eso sí, hay que pasar la lendrera para retirar los piojos muertos y los que hayan quedado vivos. "La mayoría de los preparados no aseguran la muerte de las liendres. Por tanto, hay que realizar la extracción manual". Hay otros: "En los últimos tiempos han aparecido compuestos oclusivos que consiguen bloquear los orificios a través de los que respira el piojo y ahogarlos. Uno de ellos es la dimeticona al 4%, con una eficacia considerable y especialmente útil cuando la permetrina fracasa", comenta Fenoy Rodríguez, quien añade que al estar dirigidos a estructuras concretas de los piojos son menos agresivos para el cuero cabelludo. Existen otros compuestos, de menor eficacia: fenotrina, bioaletrina, lindano, carbaril... Y en general, según indica la AEPED, "las cremas mejor que las lociones y las lociones mejor que los champús. En bebés menores de dos años no se recomienda el uso de ninguno de estos productos.La pediatra Paz González añade otras dos opciones a los chamús y lociones: "Hay medicamentos orales —cotrimoxazol, ivermectina— pero es importante consultar con un profesional". El cotrimoxazol, es un bactericida que suele recetarse para tratar infecciones como la urinaria, otitis, bronquitis o neumonía. En el caso de los piojos actúa eliminando las bacterias simbióticas del intestino del piojo. Su eficacia, según la Asociación de Pediatría, es superior si se combina el tratamiento con permetrina al 1%. Ojo: este tratamiento puede aumentar la sensibilidad de la piel a los rayos solares y tiene una serie de contraindicaciones, de ahí la importancia de tomarlo con prescripción médica. También con prescripción médica, se puede atacar a estos minúsculos enemigos con ivermectina, como dosis oral o tratamiento tópico al 0,8%. Solo puede utilizarse en niños con peso superior a los 15 kilogramos. Este compuesto actúa sobre los nervios y células musculares del parásito, pero a diferencia del cotrimoxazol no tiene una acción antibacteriana.Hasta hace unas décadas, las madres acababan con los piojos y las liendres a base de vinagre y tiempo, el de revisar el cabello de sus hijas e hijos cada día. Ahora, sin embargo, nos rendimos a los productos químicos. ¿Es que ya no son eficaces aquellos remedios? Contesta la dermatóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario: "El vinagre —como ya hemos contado— sirve para reblandecer las liendres y facilitar su extracción, pero ni acaban con el piojo, ni matan las liendres ni previene la infección. Solo es eficaz si es seguido de la paciencia de la abuela: extirpar una a una las liendres". En el informe Pediculosis de la cabeza, de la AEP, se recomienda usar una mezcla de agua y vinagre blanco 1:1 o ácido acético al 3-5%.Prieto Mariscal no duda en calificar la infestación por piojos como "un gran impacto en la familia. No solo físico —picor, sobreinfecciones—, sino también emocional, social y económico". A ello se suma la jarana que se organiza en casa cuando inicia una campaña antipiojos. Por ello, han aparecido establecimientos especializados que prometen encargarse del problema. Usan aire caliente sobre el cabello para deshidratar a las liendres y a los piojos. Todo de una sola vez. Aunque, para Paz González, "hay pocos estudios que avalen su eficacia". La Universidad de Utah, en su informe An Effective Nonchemical Treatment for Head Lice: A Lot of Hot Air (un tratamiento no químico contra los piojos: mucho aire caliente), asegura que este sistema consigue eliminar en media hora más del 80% de los huevos, y resultaron aún más eficaces con los piojos que con las liendres. De los seis aparatos que probaron, el más mortífero para los parásitos fue el LouseBuster, que acabó con casi el 100% de los huevos y el 80% de los bichos que ya habían nacido y campaban a sus anchas por la cabeza.Esto es como las resacas: las de sus amigos son mejores. Es habitual que cuando le pregunta a las otros padres del colegio sus hijos nunca hayan tenido piojos. Pues bien, es cierto que hay cabellos más propensos a los malditos parásitos. Ana Álvarez-Viéitez aporta este dato: "Un pH poco ácido del cuero cabelludo favorece la nidación. De hecho, hasta los 12 años de edad el pH de la piel es más bien alcalino. En el adulto ya es ácido y esto conlleva una menor propagación de los piojos". Otra curiosidad: parece que los insectos también son selectivos con el cabello, de modo que la infestación es menos habitual entre personas de raza negra que en otros grupos raciales, por la forma y el grosor del tallo de su pelo, según informa el Center for Diseases Control and Prevention (CDC) de EE UU. Aunque lo que más predispone a coger piojos es el hábito de juntar las cabezas y tener el pelo largo. Tanto es así que parece que ha habido un aumento de contagios entre adolescentes debido al hábito de los 'selfie'.