La historia real tras las microalgas fétidas que han invadido Canarias
Las cianobacterias no son el resultado de vertidos tóxicos. Los científicos aseguran que no hay evidencias de que sean tóxicas para los humanos, pero las autoridades recomiendan evitar el baño
La invasión de microalgas que este verano ha sufrido el litoral canario no solo ha creado gran inquietud entre responsables políticos, bañistas y científicos sino que ha dado lugar a toda clase de conjeturas sobre su origen y sus efectos en los seres humanos. Que son el resultado de vertidos incontrolados de aguas residuales y que causan cáncer han sido las especulaciones más barajadas, unas conclusiones comprensibles dado el aspecto poco amigable de la cianobacteria Trichodesmium erythraeum, unas microalgas feas y pestilentes que la prensa regional ha descrito como “asquerosas” y “repugnantes”. Pero después de dos meses de quejas, alarmas sanitarias, alguna que otra teoría de la conspiración y más de un bulo viral, un estudio científico presentado esta semana ha certificado su verdadero origen: se formaron en el océano por unas condiciones climáticas y meteorológicas “excepcionales”, aunque no existe una certeza absoluta sobre sus efectos en el ser humano.
Aunque el Gobierno canario ya había desmentido cualquier relación entre la proliferación de microalgas y los vertidos tóxicos, la nueva investigación está respaldada por la solidez científica de sus autores: expertos del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y del Instituto de la Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia. El portavoz del equipo que ha redactado el informe es Javier Arístegui, uno de los cinco españoles seleccionados para el panel mundial de expertos que elaborará el nuevo informe sobre el cambio climático. Esto es lo que se sabe hasta ahora sobre las cianobacterias:
No son el resultado de vertidos tóxicos
Las cianobacterias se han formado en el océano sin que se haya observado ninguna circunstancia que permita afirmar que el vertido de aguas residuales en la costa haya estimulado la aparición de las microalgas. Según los científicos, la formación de las cianobacterias es coherente con cómo se han comportado tanto las temperaturas del agua del océano como las corrientes marinas. Además, llegaron a la costa canaria en fase de muerte celular irreversible, lo que significa que no las alimentaba un vertido. Por último, consideran que todavía no se ha demostrado científicamente que los vertidos de aguas residuales favorezcan la aparición de las microalgas.
¿Cómo han aparecido?
Según los científicos, la aparición de las cianobacterias está ligada a unas condiciones excepcionales consecuencia de un cóctel meteorológico poco frecuente ligado a El Niño. En concreto, los investigadores aluden a temperaturas del agua del mar uno o dos grados por encima de la media en verano. Si el agua supera los 23 grados, se dispara la actividad de estas cianobacterias. Los otros ingredientes del cóctel son varias semanas sin vientos Alisios —algo que no ocurre con frecuencia— y muchas calimas con polvo sahariano.
¿Son nocivas para el ser humano?
El sentido común invita a no bañarse entre estas algas, aunque todavía los científicos no han encontrado evidencias que demuestren sus efectos tóxicos en el ser humano. Las autoridades sanitarias canarias recomendaron, no obstante, no bañarse en las playas con grandes acumulaciones de microalgas.
El equipo de científicos ha reconocido que no son toxicólogos para determinar los efectos de la cianobacteria en el hombre. No obstante, un análisis de finales de junio realizado por el Banco Español de Algas determinó que podían producir, en altas concentraciones, “irritaciones en la mucosa de humanos provocando picores y, en aquellas personas que tengan un problema respiratorio, la exposición continuada puede provocarles asma”. Tras el revuelo causado con la filtración del documento, que aseguraba que en ratones la exposición prolongada “puede provocar tumores primarios de hígado”, Emilio Soler, taxónomo y experto del Banco Español de Algas, ratificó que todavía no hay evidencias de que las microalgas afecten al ser humano de una manera nociva o tóxica ni de que sean cancerígenas para el hombre, ya que las referencias científicas existentes son “producto únicamente de experimentos de laboratorio en invertebrados marinos, peces y ratones”.
¿Son un episodio aislado?
No es la primera vez que las cianobacterias invaden Canarias. En 2004 hubo una gran floración de microalgas en Lanzarote y Fuerteventura, y en 2011, en Telde y en el sur de Gran Canaria. La comunidad científica considera que el calentamiento global hará que este fenómeno, que también se da en otras partes del mundo, sea más frecuente.
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