Madonna habla de la primera vez que adoptó: “Lloraba hasta dormirme”
La cantante desvela en una entrevista cómo afronta su papel de madre y sobre las dificultades que tuvo tras llegar sus hijos no biológicos
Ver a Madonna en portadas de revista de música o en editoriales de moda es normal, pero que protagonice una cabecera tan popular como People, y con algunos de sus hijos como acompañantes, no es para nada común. Acostada sobre el césped junto a sus cuatro hijos adoptados —David y Mercy, de 11 años, y las gemelas Estere y Stella de 5— la estrella del pop concede una entrevista exclusiva en la que habla por primera vez de cómo ha vivido los diferentes procesos de adopción que ha realizado.
En la entrevista, Madonna revela entre risas cuál es su filosofía de vida, sobre todo cuando se trata de cooperar en casa. “Yo estoy a cargo. Soy la jefa”, suelta. Aunque esté de broma, la cantante, de 59 años, admite que a veces las cosas se pueden tornar “complicadas”, pero que todos esos “retos” al final de cuentas “valen la pena”.
La reina del pop, madre de seis hijos, no ha dudado en contar lo complicado que a veces puede resultar educar a niños con historias diferentes. “Lola y Rocco son de padres diferentes, y además tengo cuatro hijos adoptados. Así que hay mucha influencia externa en casa. Intento asegurarme de que imparto la misma sabiduría y amor a todos”, explica.
La entrevista tiene como fin promover la ONG que la intérprete de Rebel Heart tiene en Malaui. Su interés por esta región de África no es nada nueva. En 2008 conoció a David Banda. El pequeño vivía en un orfanato en Lilongwe, capital del país. Tenía neumonía y malaria. La cantante recuerda que en cuanto lo conoció sintió una conexión inmediata. No dudó en seguir su instinto materno y comenzó el proceso de adopción. Uno de los momentos más difíciles en su vida, el motivo: el acoso de la prensa. “Todos los medios dijeron que había secuestrado a David. Solo pensaba que lo que yo quería era salvar la vida de alguien. ‘¿Por qué me están tirando tanta mierda?”, recuerda Madonna de ese momento. “Seguí en todo momento las reglas, pero aquel fue un momento muy duro para mí. Me quedaba en casa llorando hasta dormirme”, recuerda ahora.
La frustración por lo que decían de ella, sin embargo, le duró poco. Pronto la cantante decidió que quería adoptar a Mercy James. Esta vez tampoco se pintaba una situación sencilla. Ella se acababa de divorciar del director Guy Ritchie y los funcionarios de Malaui la acusaron de ser incapaz de hacerse cargo de un menor. “La forma en que me trataron —una conducta sexista— era ridícula”. La estrella recuerda que la justicia también intentó por todos los medios que no se diera la sensación de que la trataban en los procesos de forma privilegiada por ser famosa. “Me tocó seguir un camino muy complicado hasta que lo conseguí”. Terminó siendo la vencedora de una batalla en la que se vio obligada a desafiar la negativa que le había dado en un principio la Corte Suprema de Malaui. Al final, en 2009, pudo llevarse por fin a casa a Mercy.
Las últimas en sumarse a la familia de Madonna fueron las gemelas Estere y Stella. En febrero de este año, y tras haber negado en un principio la noticia, la cantante recibió la bandera verde para poder adoptar a las niñas. Una vez la estrella intentó mantener a la prensa alejada de todo el proceso pues sabía que si se hacía público podía entorpecerse la causa. "Es complicado, pero vale la pena". A pesar de que ya tiene cuatro niños adoptados no descarta la posibilidad de tener otro, aunque en este momento, asegura, está muy ocupada. “Nunca digo nunca, aunque ahora mismo estoy muy ocupada, especialmente con los dos mayores”, refiriéndose a Lourdes y a Rocco. “Y eso que creía que cuando tus hijos crecen todo sería más fácil porque ya saben, pero no es así. Cuanto más mayores se hacen, más difícil es lidiar con ellos porque están convirtiéndose en adultos y realmente necesitan que alguien los guíe”, recalca. Sobre todo con Rocco. El hijo que tuvo con Guy Ritchie vivió una temporada en la que parecía que solo quería meterse en líos. En septiembre de 2016 fue detenido por la policía británica por consumir marihuana en la calle. Ese mismo año decidió mudarse con su padre a Londres, lo que provocó que Madonna comenzara una batalla legal por su custodia. El litigio terminó unos meses después cuando el juez permitió que el menor se quedara con su padre en Reino Unido. Aunque ahora vive con ella de nuevo.
“Sé que soy el poli malo de la familia. La que dice que no más veces. Acepto el papel de no ser la madre más popular”, añade en la entrevista. La cantante ha demostrado que está dispuesta a todo por sus hijos. Así lo demuestra su decisión de mudarse a Lisboa (Portugal) para que su hijo David pueda comenzar su carrera como futbolista en el Benfica.
