Melania Trump da las gracias a Chelsea Clinton por defender a Barron

Chelsea Clinton sabe mejor que nadie la presión que puede llegar a sufrir el hijo de un presidente en pleno tumulto en la Casa Blanca. Y por eso vuelve a pedir públicamente que se respete la vida privada de Barron Trump, que estos días vuelve a ser objeto de ataques en los medios sociales, esta vez por cómo va vestido. Melania Trump, la primera dama, agradeció enseguida que saliera en su defensa.

Barron Trump tiene 11 años de edad. “Es muy importante apoyar a todos nuestros niños a que sean ellos mismo”, se puede leer en la cuenta personal de Melania Trump dirigida a Chelsea Clinton por el mensaje que circuló la noche del lunes pidiendo a los medios y al público en general que “dejen tranquilo” al niño. “Permítanle que tenga la niñez en privado que se merece”, reiteró.

El detonante de este intercambio está en una nota publicada por el portal conservado Daily Caller, en el que muestra una serie de fotografías de Barron Trump a su regreso a Washington de las dos semanas de vacaciones en el lujoso club de golf que la familia tiene en Nueva Jersey. “Es un menor y se merece cualquier oportunidad para tener su niñez en privado”, insisten desde la Casa Blanca.

El editor de la publicación defiende el trabajo del autor de la pieza y señala que toda esta controversia está alimentada por los mismos medios que atacan a la familia Trump. No es la primera vez que Barron es objeto de críticas por su apariencia ni que Chelsea le defiende. El hijo del presidente y su madre se trasladaron a vivir definitivamente a la capital estadounidense cuando acabó el colegio, en junio.

En aquel mensaje que colgó en las redes sociales, Chelsea Clinton insinuó sin embargo que las políticas de su padre estaban haciendo daño al niño. Donald Trump tampoco pone de su parte a la hora de proteger a su hijo pequeño. Hace justo un mes citó su nombre en una serie de mensaje que utilizó para mofarse del fiscal general, Jeff Sessions, en pleno forcejeo político sobre la investigación de la trama rusa.

El propio presidente se saltaba así una de las reglas más sagradas que rigen la vida política en Washington, por la que los hijos de los presidentes están al margen de cualquier enfrentamiento. Entonces su chiste para salir en defensa de su yerno Jared Kushner se interpretó como una carta blanca hacia las críticas contra su hijo. Es un reflejo más del agrio clima que domina en EE UU.