
Mujeres de la favela
A pesar de las dificultades, la comunidad femenina de las chabolas de Río espera lograr un futuro mejor. Su resiliencia y el orgullo que siente por su hogar la mantiene unida


Pamela vive en un apartamento de una habitación en la favela de Mangueira en Río de Janeiro, Brasil.
Las mujeres, que suelen ser las que llevan los ingresos a los hogares, son las que cuidan a los niños y a los ancianos, y a menudo participan en iniciativas para mejorar sus comunidades.

Una de las mujeres que viven en la favela delante del hueco de un ascensor, actualmente cubierto de grafitis, en el edificio abandonado del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
Alrededor del 40% de los hogares de las favelas dependen económicamente de las mujeres. Entre todas, se calcula que anualmente ganan alrededor de 8.200 millones de dólares del total de los recursos que entran en estas comunidades.

Martha (segunda por la derecha) juega con sus nietos. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
Más del 70% de los habitantes de las favelas de Río son negros o mulatos, frente a menos de una tercera parte en el resto de la ciudad. La mayoría de las mujeres que viven en las favelas están casadas y tienen hijos.

La colada cuelga en uno de los pasillos del edificio abandonado del IBGE. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
Río de Janeiro cuenta con uno de los peores historiales en cuanto a delincuencia y nivel de vida de las grandes ciudades del país. El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) subraya que Río es la ciudad en la que hay mayor número de personas viviendo en comunidades de tipo “favela”, definidas como “aglomeraciones infranormales”, de las que hay contabilizadas entre 800 y 1.000. En Río, más de dos millones de habitantes (alrededor del 25% de la población de la ciudad) viven en favelas o en inmuebles okupados que carecen prácticamente de servicios tales como instalaciones sanitarias básicas, electricidad, agua y seguridad, así como de colegios.

En 2007, la FIFA anunció que Brasil sería el anfitrión del Campeonato del Mundo de fútbol de 2014. Dos años después, el país fue elegido también escenario de los Juegos Olímpicos de 2016. La ciudad de Río de Janeiro (Cidade Meravilhosa, la "ciudad maravillosa" en portugués), imagen turística del país, fue elegida para que actuase como puerta de entrada a los dos acontecimientos deportivos más importantes del mundo.
Uno de los habitantes de la favela monta en skateboard en el edificio abandonado del IBGE. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.

Los colosales encuentros trajeron a los planificadores urbanos nuevos vientos de esperanza respecto a la mejora de las redes de transporte y la urbanización de las zonas degradadas. Se suponía que las inversiones estatales y privadas en los acontecimientos iban a favorecer sobre todo al sector más necesitado de la población. Por diversos motivos, entre otros la corrupción política y la malversación de fondos, eso nunca llegó a suceder, lo cual echó por tierra los sueños y las expectativas tanto de los urbanistas como de los habitantes más pobres.
Victoria, de 12 años, en su casa de la favela Vila do Metrô. Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.

Una habitante de la favela juega con sus muñecas. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
Aunque la gente que vive en las favelas conserva la esperanza de que habrá cambios y mejoras, la probabilidad de que se produzcan avances y modernizaciones en Río sigue siendo incierta en el mejor de los casos, y es dudoso que se haga realidad en el futuro próximo. Según The New York Times, el nuevo alcalde tiene previsto recortar el presupuesto de este año en casi 1.000 millones de dólares, y se prevé que el presupuesto del Estado se reduzca en más de 6.000 millones.

A pesar de las dificultades, y aunque probablemente su suerte irá a peor, las comunidades se mantienen unidas por un sentido de la resiliencia, la dignidad y el orgullo que seguramente harían sonrojarse a las comunidades más ricas del próspero Occidente.
Una niña sentada en un sofá. Es uno de los habitantes del edifico abandonado del IBGE. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.

El dormitorio de una niña. Edificio abandonado del IBGE. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
En las favelas, la media de habitantes por vivienda es de alrededor de cuatro personas.

Roberta, de 11 años, delante del hueco del antiguo ascensor, actualmente lleno de basura, en el edificio abandonado del IBGE. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
La desigualdad en la educación tiene un efecto dominó sobre las mujeres de las favelas y, a su vez, de toda la comunidad.

Ceia le hace la pedicura a Alexandra. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
De las mujeres (de las favelas) con un trabajo remunerado, el 44% tiene un empleo en la economía formal.

La solidaridad y el sentimiento de pertenencia contribuyen a la felicidad. El 66% de los habitantes de la favela no la abandonarían, y el 62% están orgullosos de vivir en ella.
Una de las habitantes de la favela juega fuera del edifico abandonado del IBGE. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.


Varias madres de entre 16 y 18 años juegan al bingo utilizando judías negras como fichas. Todas viven en el edificio abandonado del IBGE. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
En las favelas hay un 25% de madres solteras. A lo largo de los últimos 10 años se ha producido un aumento del 15% en el número de nacimientos de madres de entre 15 y 19 años. En Brasil, cada año alrededor de 700.000 jóvenes de este grupo de edad se convierten en madres. Kindernothilfe.

Dentro de una de las precarias viviendas de la favela, una madre le hace una trenza a una de sus hijas. Favela Vila do Metrô, Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
A pesar de que están marginados y de que se les culpa de muchos de los problemas sociales de Río de Janeiro, los habitantes de las favelas han creado una sociedad basada en la cooperación con el fin de sobrevivir en una ciudad superpoblada. Para ellos es normal compartir el pan, las mantas, el agua, la comida y las medicinas. Han demostrado una increíble capacidad de adaptación. Quizá la solidaridad y la dignidad que todavía existen entre ellos sea su mayor riqueza.

Un habitante de la favela en uno de los pasillos del edificio abandonado del IBGE. Favela de Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
El 51% de los miembros de la comunidad de la favela conoce a alguna mujer que ha sufrido violencia doméstica.

Una niña posa en un montón de basura de la favela Vila do Metrô. Mangueira, Río de Janeiro, Brasil.
Contra el telón de fondo de una crisis económica que ya viene de tiempo atrás, provocada principalmente por la corrupción que alcanza a todos los niveles de la política nacional y por el aumento del desempleo (14 millones de parados, lo cual representa el 13,6% de la población activa), muchos habitantes de Río de Janeiro siguen viviendo en la miseria.

Vista de la favela de Mangueira en la zona norte de Río de Janeiro, Brasil.
Las comunidades que viven en las favelas de Río de Janeiro no pierden la esperanza de que las cosas cambien, si bien la posibilidad de que sus condiciones de vida mejoren sigue siendo dudosa. (Según The New York Times, en febrero de 2017, tanto la ciudad como el estado de Río se encuentran en una situación difícil. El nuevo alcalde tiene previsto un recorte del presupuesto de casi 1.000 millones de dólares para este año, y está previsto que el presupuesto del estado se reduzca en más de 6.000 millones. Asimismo, el estado debe 10.000 millones de dólares en créditos avalados por el Gobierno federal). A pesar de las dificultades, y aunque lo más probable es que su suerte vaya a peor, las comunidades se mantienen unidas por un sentido de la resiliencia, la dignidad y el orgullo que seguramente harían sonrojarse a las comunidades más ricas del próspero Occidente.