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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado
Nueva Agenda Urbana

Nuevas soluciones para una nueva realidad urbana

Reflexiones sobre los principales retos al implementar la Nueva Agenda Urbana

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El papel de las ciudades ha cambiado. En tan solo un año, los acontecimientos internacionales han parecido posicionar a las ciudades en el primer plano de la gobernanza internacional. La aprobación de la Nueva Agenda Urbana; la creación del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11; así como la COP21 en París, de una forma u otra, sugieren que las ciudades han de ser las principales protagonistas logrando sociedades más inclusivas, resilientes y sostenibles.

Se puede asumir que estamos en una especie de "nueva realidad" en lo que concierne al papel de las ciudades. El evento "Nuevas realidades, nuevas soluciones: Implementando la Nueva Agenda Urbana" organizado por ONU Hábitat el 29 de junio en Madrid abría el debate en este sentido.

Si por un lado la urbanización ha ofrecido la posibilidad de aportar nuevas formas de inclusión social y más acceso a servicios; por el otro las desigualdades sociales se han agravado. El diagnóstico, como se presentó en las jornadas, sugiere que es necesario "recuperar la ciudad", que implica establecer un cambio de modelo urbano radical.

El elocuente Jan Gehl abrió las jornadas recordando lo esencial en el proceso de recuperación de ciudades: crear ciudades para la gente. Basándose en su libro que lleva ese mismo nombre, señaló sin complejos donde está el frente de batalla para recuperar las ciudades: que la ciudadanía gane espacio al coche y que el espacio público gane prioridad sobre la construcción de edificios y viviendas con intereses privados.

El debate estaba servido. Una de las mesas redondas propuestas analizaba el cambio de modelo desde diferentes perspectivas temáticas. Entre ellas, Ana Falú planteó los desafíos de igualdad de género en las ciudades; Dan Lewis la capacidad de los asentamientos humanos para resistir y recuperarse de efectos adversos a través de la resiliencia; Jeffrey Shumaker y José Luis Vallejo reflexionaron sobre el papel fundamental de la planificación y el diseño urbano; y Cathryn Tonne sobre los desafíos que ocasiona la ciudad para la salud, incluyendo la contaminación atmosférica, el agua y saneamiento y la nutrición.

Contrastando la mesa reflexiva de expertos temáticos, se propuso una segunda mesa con representantes políticos donde se presentaron los retos de tres ciudades que están innovando en cambios de modelos urbanos. Moderada por Carmen Sánchez-Miranda, Jefa de Oficina de ONU-Hábitat en España, participaron Janet Sanz, José Manuel Calvo e Ignacio Pozuelo Meño, los principales responsables de urbanismo de Barcelona, Madrid y Sevilla respectivamente.

Algunas conclusiones pertinentes del debate que permiten intuir lo que serán los principales retos implementando la nueva agenda urbana fueron los siguientes:

La nueva agenda urbana, ¿es realmente para la gente y para las ciudades?

La Nueva Agenda Urbana se presenta como ese nuevo paradigma que proporciona un marco para repensar las ciudades sobre los principios de justicia social, equidad y democracia local. Ello debería implicar prestar especial atención a grupos vulnerables, garantizando el pleno ejercicio de la ciudadanía a todos sus habitantes. Sin embargo, tal y como comentó Janet Sanz, “la agenda urbana está pensada desde los estados, no para los municipios. Y además, es necesario replantear cómo se puede garantizar de manera efectiva el derecho a la ciudad”. Uno de los aspectos básicos para garantizarlo, tal y como recordó, es precisamente “el acceso al bien común y cómo conceptualizar los espacios urbanos para remodelar la accesibilidad inclusiva”.

Ciudades abiertas o ciudades amuralladas

Joan Clos, que inauguró la conferencia a través de un vídeo desde Nairobi, planteó el dilema de los nuevos populismos y la tendencia a crear ciudades amuralladas, que no se abren a la ciudadanía. "¿De quién nos protegemos? ¿Quién es el enemigo?" llegó a plantear, invitando a reflexionar sobre la necesidad de imponer un nuevo replanteamiento urbanístico radical. Un concepto que luego fue validado por Gehl y promovido asimismo por Shumaker y Vallejo: hay que integrar no solo vivienda y tejido de producción económica, sino tender hacia la creación de sociedades híbridas, combinando vivienda, equipamientos y actividad económica, con comunidades diversas y de niveles de ingresos variados.

Superar el diseño de ciudades en clave masculina

Las ciudades han de tener acento de mujer. Superar, como enfatiza Ana Falú, "la fase en que las ciudades eran diseñadas por y para el hombre blanco". Este modelo queda obsoleto ya que cuando se piensa en las ciudades en términos de neutralidad "se olvidan ciertos fundamentos básicos de los derechos de la ciudad". La nueva agenda urbana menciona a las mujeres, pero según Falú, no incorpora todo el modelo necesario para que las ciudades no sigan discriminando a las mujeres.

Lograr ciudades habitables para su gente

Otro de los aspectos latentes en la discusión fue el fracaso del actual modelo de desarrollo urbano ofreciendo una vida a saludable a sus habitantes. Como José Manuel Calvo enfatizó, modelos actuales fomentan la privatización de servicios básicos y uso de fondos públicos para promover grandes proyectos que no responden a las necesidades de las personas, sino a intereses económicos particulares que crean "ciudades-frankenstein". Madrid es ahora la ciudad más desigual de Europa, recordó Calvo, y por lo tanto, para evitar estas desigualdades hay que asegurar que el desarrollo llegue a todas y todos, preservando la cohesión y garantizando la justicia social.

Se concluye que en definitiva, se es consciente de tener los conocimientos y las herramientas necesarias para promover los cambios radicales que requiere el nuevo modelo urbano, pero desgraciadamente, no se puede desestimar los intereses económicos a los que les beneficia que las ciudades permanezcan como están.

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