Este profesor universitario da clase de 'cómo perder el tiempo en Internet'
Entrevistamos a Kenneth Goldsmith, descendiente de Duchamp y el dadaísmo, que reivindica el plagio y convierte cualquier acto mundano en poesía experimental
Kenneth Goldsmith da clase en la Universidad de Pensilvania sobre cómo perder el tiempo en Internet. Tú puedes perder un rato buscando las pintas de Goldsmith en Google Images: cada foto es diferente, con juegos constantes con la barba, el bigote, las gafas, los sombreros o esos excéntricos trajes. A la feria de autoedición Libros Mutantes, celebrada en La Casa Encendida, se presentó con uno de lunares extraños y una cálida y paciente forma de hablar. Descendiente de Duchamp y Perec, influenciado por Dadá o el situacionismo, Goldsmith ha escrito libros imposibles en los que describe todos sus movimientos durante un día (Inquieto, publicado por Uña Rota), o toma nota de todo lo que sale de su boca en una semana. Es una máquina de convertir la realidad en poesía experimental y extrema. En el ensayo Escritura no creativa (Caja Negra Editora) nos habla sobre el plagio de textos hallados en Internet. Obama le invitó a leer poesía en la Casa Blanca. Todo apunta que Trump no repetirá la invitación.
¿Por qué me siento culpable cuándo pierdo la tarde viendo vídeos, mirando las redes sociales y páginas web raras?
Es una buena pregunta. ¿No es placentero? ¿No aprendes cosas? ¿No te engancha? No estoy seguro de que podamos separar lo que es perder el tiempo en Internet de lo que no lo es. Tal vez perder el tiempo en Internet no sea perder el tiempo. El problema es que es algo tan seductor, tan poderoso, que la gente se vuelve suspicaz, como si fuera algo malo. Cuando yo era un chaval mis padres me decían que perdía el tiempo con tanta televisión. No entendían todo lo que estaba aprendiendo sobre cultura, noticias, moda o la guerra.
Nicholas Carr dice que Internet está destruyendo nuestras mentes, sobre todo nuestra capacidad de atención.
Pero en Internet también estás concentrado. Nunca he visto a gente tan concentrada como con sus smartphones o tabletas.
Sí, pero hay muchas cosas ahí dentro, saltas de la una a la otra...
Cierto, pero eso es fascinante, es parte del enganche. Considero que el hecho de poder estar mirando cuatro cosas a la vez, de saltar de una otra rápidamente, y al mismo tiempo entenderlas todas, es una aumento de nuestras capacidades intelectuales, no una disminución.
¿Puede cualquier texto ser poesía?
Desde luego. Todas las lenguas tienen ritmo, significado, tono, elementos visuales, tienen todo los componentes, solo hay que colocarlos en un nuevo marco y llamarlo poema. Así, de pronto, cualquier texto del mundo puede convertirse en poesía.
Tus libros experimentales no son precisamente para leer... ¿Para qué sirven?
Algunos son para pensar sobre ellos, libros que son simplemente una buena idea. De todas maneras, hay muchos libros que tenemos planeado leer, que no leemos o que, simplemente, no logramos terminar. Así que volvemos a Internet, porque todo es más corto, como los estados de Facebook o los tuits. O los artículos de prensa, por eso el periodismo es muy importante ahora, porque todo el mundo está leyendo la prensa, que es la nueva novela.
Con tus descripciones, parece que intentas algo así como extraer el código fuente que se esconde detrás de la realidad.
Sí, el lenguaje, lo que estamos hablando ahora mismo, podría ser ese código fuente de la humanidad. Para mí esa es la esencia, tenemos que aprender a apreciar esa lengua. Incluso esta conversación está llena de poesía, aunque no lo pretendamos. Y eso que tú estás hablando en una lengua que no es tu lengua materna y nos acabamos de conocer. Y podemos comunicarnos. Es todo muy frágil. Y hermoso. Mi trabajo es una celebración de esa fragilidad y esa belleza.
Se cumplen cien años del urinario de Duchamp. ¿Sigue siendo vanguardia?
"En Internet también estás concentrado. Nunca he visto a gente tan concentrada como con sus smartphones o tabletas"
Creo que Duchamp nos dio permiso para ver todo lo que hay en Internet como arte. Todo Internet es un ready made gigante. Y como puedes copiarlo está pidiendo ser un ready made. Así que creo que, de alguna forma, Duchamp predijo Internet.
Dices que el arte visual está más avanzado que la poesía. ¿Por qué?
Cuando miramos una imagen podemos alejarnos de ella, así que puede ser algo muy experimental, pero no cambiará mi vida. En cambio, cuando desafiamos a la lengua podemos no entendernos unos a otros. ¿Para qué buscar más complicaciones si ya tenemos problemas para entendernos tal y como estamos? Da miedo jugar con la lengua, que es el ADN de nuestra cultura.
En tu ensayo Lo fácil es lo nuevo difícil abogas por una arte "que tu madre pueda entender".
A mi madre no le importa el arte. El último artista que le interesó fue Monet. En los círculos académicos y artísticos la gente se siente insegura y entonces hace las cosas difíciles de entender. El periodismo es lo contrario: coger cosas difíciles y hacerlas fáciles, que se entiendan. Esto es democrático, incluir a la gente en vez de excluirla. Y este es un problema que tiene el arte, la teoría, la filosofía. Por lo demás, muchos están más interesados en la inversión, en el mercado del arte que en el arte, porque eso sí lo entienden.
Has recitado en una noche poética en la Casa Blanca, con Obama. ¿Te volverá a invitar el nuevo inquilino?
Estoy seguro de que no. Es horrible, Trump odia la cultura y va a cortar financiación a muchas pequeñas iniciativas que van a desaparecer. Hubo un momento en que sus tuits parecían, de alguna manera, disyuntivos y vanguardistas, como obra de e. e. cummings, pero ahora son fascistas y dictatoriales.
¿Se puede transgredir a estas alturas?
La gente siempre está creando cosas nuevas. Nuestra actividad cotidiana en la web es vanguardista, tuiteamos como si siguiésemos al movimiento OuLiPo, en 140 caracteres, comisariamos y archivamos material digital constantemente, nuestro tiempo en la web es hacer lo que las vanguardias artísticas hacían.
Obama le invitó a leer poesía en la Casa Blanca. Todo apunta que Trump no repetirá la invitación.
El humor es importante en tu forma de ver el mundo.
Sí, es algo también muy propio del arte contemporáneo, muy Dadá, muy hippie. Me gustan las travesuras y los chistes. Me gusta romper las normas.
¿Por qué te vistes tan raro?
Es una performance. Ser artista es un acto performativo, hay que ser muy consciente de la imagen que das. Hay quien prefiere presentarse de forma auténtica, yo prefiero hacerlo de una manera artificial.
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