Vivir no es una obligación

He leído la noticia del suicidio de José Antonio Arrabal, enfermo de ELA desde 2015, tras grabar un vídeo en el que explica su decisión y se queja amargamente de que no exista una ley de suicidio asistido. Inmediatamente me he acordado del caso de Ramón Sampedro que, con sus diferencias, fue parecido; él también decidió acabar con su vida, con el agravante de que necesitó ayuda por ser tetrapléjico. La persona que le ayudó tuvo problemas con la justicia, ya que mientras no exista una ley que regularice este tema, se considera un asesinato. Pensando en una frase que escuché a un médico que decía: “Vivir no es una obligación, es un derecho”, quiero hacer un alegato a favor de la eutanasia para que se trate en el Parlamento con la seriedad que requiere; evitando las creencias religiosas y morales que contaminen el debate. El hecho de tener una ley de eutanasia es para poder servirnos de ella, no para que tengamos que suicidarnos obligatoriamente como nos quieren hacer ver algunos.— Mario Suárez. Cádiz.