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Estrecho Monastrell 2014, escuchar a las raíces de la tierra

Leandre escorsell

CUANDO DESPERTÓ, Pepe Mendoza y el dinosaurio seguían charlando”. Este remedo del cuento más breve de Augusto Monterroso sirve para hablar del viñador que es como el alma más antigua de su tierra alicantina: tiene la sonrisa, la luz, el sol y la alegría, pero también la seriedad, la enjundia y los sabores de esas alturas de Villena (Alicante). Este vino sabe a tierra y a cascajo, a arena y a tiempo, a raíces envueltas en una pátina de zarzamora. Vino austero y penetrante. Huele a lías y a pastel de arándanos negros, a masa de pan reposada. Es jugoso y penetra con suavidad el cuerpo. Su contacto es agradable y se bebe con alegría y facilidad. Los aromas persisten y el posgusto despeja dudas: respeto y admiración por las cepas y por quien las cuida, por sus uvas y por el vino que transmite los secretos de una tierra que despertó y anda de nuevo.

Ficha técnica. DO Alicante, con 14% de alcohol. Es un monovarietal de monastrell que procede de un viñedo único, Estrecho de Pipa, en Villena, a 700 metros sobre el nivel del mar. Las viejas cepas en vaso y secano son cultivadas de forma biológica. Se trabaja por gravedad y no hay filtración ni clarificación. Quince meses en barricas de roble francés. Precio: en torno a 18 euros.

Sensaciones. Regaliz y algarroba, zarzamora y picota, y el recuerdo del hinojo silvestre. Perfume de violetas, jacintos y juncos. Lucen anémonas en lo alto, tornasoladas.

A través del cristal. Tabla de Matèria y copas de la serie Grape de Riedel. Bandeja de madera y set de cubiertos de Catalina House, y servilleta de Matèria.

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