Tragedia y esperanza
España es hoy uno de los países del mundo más intolerantes con la violencia machista


Cuando, allá por el siglo XXII, se escriba la historia mundial de la igualdad de género, se hablará del misterioso caso español. Nuestras madres fueron educadas en la tolerancia a la violencia machista. Mientras la mujer ganaba dignidad en la Europa de posguerra, incluyendo también el bloque comunista, en la España del consultorio de Elena Francis se recomendaba a las esposas aguantar los malos tratos. Sin embargo, España es hoy uno de los países del mundo más intolerantes con la violencia machista.
Un estudio de la Unión Europea revelaba que un 22% de españolas se han sentido agredidas física o sexualmente. Una barbaridad, pero menos de la mitad que en Dinamarca (52%). Los críticos con estas cifras aducen que las españolas son menos propensas a reconocer situaciones de violencia que las nórdicas, más concienciadas gracias a sus políticas de igualdad. Y, sin duda, debemos invertir más en campañas de sensibilización y políticas para erradicar las discriminaciones que sufren las españolas, del mercado laboral al político.
Pero culturalmente hemos dado un salto. De acuerdo con el Eurobarómetro, más del 70% de lituanos, letones o daneses —y más del 60% de polacos o británicos— consideran que el comportamiento provocador de las mujeres es una causa de la violencia doméstica. En España ese porcentaje es del 33%. Muy alto. Pero claramente el más bajo de toda Europa.
Solo un 8% de españoles justifican el sexo sin consentimiento en alguna circunstancia, el porcentaje más bajo tras Suecia (6%). Muy inferior a la media europea (27%) y al escalofriante 40% de belgas o 31% de franceses. Y solo el 9% de españoles —en comparación con el 56% de chinos o el 22% de norteamericanos— cree que los hombres son más capaces que las mujeres, tal y como señala una encuesta de Ipsos.
Nos queda mucho por hacer. Cada asesinato machista es una tragedia. Y, aunque la tendencia general desde que comenzaron a publicarse estadísticas parece descendiente (de 71 asesinatos en 2003 a 44 en 2016), 2017 ha comenzado mal, acumulando ya 16 mujeres muertas. Sigamos trabajando, pero con la esperanza de lo mucho que hemos avanzado. @VictorLapuente
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