El foco en el documental ‘afroeurolatam’
Negritud y migración se atisban como temas relevantes para la coproducción entre los tres continentes
Detectaron una triada de fascinación por contar historias en formato documental de conexiones entre África, Latinoamérica y Europa. Se percataron de que había realidades comunes, pasados unidos, vidas, de cualquier persona, en cualquier pueblo, que vinculaban sus territorios o que podían interesar desde cualquier latitud. Surgió así la iniciativa de contactar a productores de cine documental desde los tres puntos cardinales en la 11ª edición de festival de cine Miradasdoc, celebrado este febrero en Guía de Isora (Tenerife). “Hay un diálogo directo entre Latinoamérica y África, es un fenómeno que hemos visto en las últimas ediciones y no queríamos interrumpir el flujo. Está comprobado que esta línea de trabajo tiene sentido. Hay un interés creciente en la coproducción”, apunta Alejandro Krawietz, director del festival.
Un mozambiqueño bailando tango argentino a las orillas de un río llamado Tango en Mozambique resume la idea. “Sí, Tango, a mí también me sorprendió, es el único lugar en el mundo que tiene ese nombre. Fue nombrado así antes de que en Argentina crearan esa música”, dice Fulgencio, el protagonista del documental África Tango, del director argentino Fernando Romanazzo en el teaser de la cinta, presentada en el Miradasdoc y que está coproducida por Argentina, Brasil y Sudáfrica.. “Es una cuestión que genera interés tanto por el pasado como por el presente. Sudamérica y África somos en algún punto pruebas de políticas, y no solo tenemos que mirar al norte, sino vernos de forma horizontal”, apunta Cristian Pirovano, productor argentino del proyecto.
Entre las temáticas más recurridas para hacer documentales que impliquen a los continentes está la recuperación de un pasado de naturales flujos migratorios o infames periodos de colonialismo. “La diáspora de la esclavitud es ajena a los procesos administrativos. Es una búsqueda abierta y simbólica que empieza a aparecer ahora”, añade Krawietz en una afirmación respaldada por Mane Cisneros, directora y fundadora del Festival de Cine Africano de Tarifa (FCAT). “Hay una necesidad imperiosa y una prioridad absoluta en revisar el colonialismo y el poscolonialismo. Se está viviendo una fase de construcción y reconstrucción del pasado”, apunta Cisneros.
“Aparece como contenido común y fundamental la revisión de la negritud. Es una tendencia en la producción cinematográfica internacional que se está viendo tanto en América Latina como en Europa y Estados Unidos. Volver a leer el colonialismo desde otro punto de vista es una de las asignaturas pendientes y es una forma muy interesante de contactar con la realidad actual”, apunta el andaluz Lorenzo Benítez, distribuidor de documentales de 3Boxmedia, presente en el Miradasdoc.
La gerente del FCAT observa que, de momento, Latinoamérica tiene más interés en redescubrir el pasado africano que viceversa. “La mirada es más intensa desde América Latina. A África todavía le cuesta extender la suya más allá de sus fronteras. Todavía no está consolidado en esa dirección”, apunta Cisneros, que indica que la ciudadanía latinoamericana va asumiendo conciencia de africanidad y de identidad afrodescendiente. “África primero tiene que quemar otras etapas hasta ir más allá de las fronteras del propio continente”, añade.
En África queda también el desafío de una apuesta política e institucional decisiva por la promoción y la producción de la vasta cultura del continente, un reto que, según Sébastien Tendeng, responsable del Africadoc y presente en el festival de Tenerife, se asume de forma paulatina desde distintos países. "Cada vez son más conscientes del poder de la música, el cine o la literatura”, señala durante una de las charlas del festival, que premió al documental Estamos en todos los ríos, del ecuatoguineano Rubén Monsuy, con el galardón del asesoramiento al desarrollo del documental por la historia de Jorge Medina, líder del pueblo afroboliviano que luchó por obtener los derechos de los negros. "Quiero averiguar si queda algo de África en los negros bolivianos y vivir de cerca la división de este pueblo y sus circunstancias. Un viaje en el que el presente y el pasado forman parte de la misma historia, la historia de los negros y su expansión por las tierras americanas", se lee en la sinopsis del documental.
“Siempre es importante e interesante coproducir porque da un alcance más internacional a los proyectos. Con la colaboración entre los tres continentes se consolidaría no solo el tejido cultural y la producción del cine, sino que también contribuiría a que los autores tuvieran la oportunidad de hacer películas en este marco. Serían así considerados como exportadores de imágenes de un continente a otro en el sentido opuesto al del comercio triangular (del mercadeo de esclavos y materias primas desde África a Europa y América)", dice Tendeng.
Benítez también valora la apuesta del festival por empezar a promover estas coproducciones triangulares. “Se tiene dificultad de acceder a los grandes mercados, que están copados por Occidente. Hay muy buenas historias pero que no llegan por la falta de canales y la precariedad de los países de África. Es un reto que sean ellos los que cuenten sus historias con un tejido propio africano y que pudiera ser coproducido”, apunta Benítez.
Estas historias propias se han presentado en el festival, varias de ellas vinculadas también con la temática de las migraciones. Manoliño Nguema, de Antonio Grunfeld, narra la vida de Marcelo Ndong, circense de Guinea Ecuatorial que obtuvo una beca para estudiar en España y volvió a su país, donde se ha convertido en un referente del mundo del arte; el corto Land of milk and honey, de la zimbabuense Tapiwa Chipfupa, cuenta lo encarcelada que se siente una emigrante de su país en Sudáfrica; o This migrant bussines, de la keniata Ng’endo Mukii, presenta las mafias de la inmigración
Pirovano ya ha vivido la experiencia de coproducir entre Argentina, Brasil y Sudáfrica con África Tango. "La coproducción es fundamental, es interesante que seamos socios y estemos vinculados. No estamos acostumbrados a este modelo y es una experiencia nueva con la que estamos muy felices". El productor, que ha acudido al Miradasdoc, valora la iniciativa del festival. "Canarias ha presumido siempre de ser pueblo entre continentes, pero realmente ha estado de espaldas a África", considera Krawietz. Lo están subsanando.
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