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Los noruegos acaban con los troles con solo tres preguntas

La emisora pública de Noruega instala un sistema que asegura que quien comenta una noticia en Internet se la ha leído completa, y no solo el titular

Gracias a esta herramienta, los troles lo tendrán un poco más difícil en las secciones de comentarios.
Gracias a esta herramienta, los troles lo tendrán un poco más difícil en las secciones de comentarios.Getty

No lo decimos nosotros, es algo que puede comprobar usted mismo. Busque una noticia al azar, con un buen número de comentarios, y cuente cuántos de ellos contribuyen a un diálogo constructivo sobre lo que se cuenta en la información que comentan. Es más, fíjese en cuantos de ellos denotan que su autor ni siquiera se ha leído la noticia, más allá del titular, o lo ha hecho en diagonal, sin prestar atención. Probablemente muchos de ellos son troles (o haters). O sea: individuos que publican comentarios en Internet provocadores e irrelevantes cuando ni siquiera se han leído la noticia entera.

Y vayamos aún más lejos, compruebe en cuantas noticias, cuando los comentarios son abundantes, aparece el nombre de Hitler sin que la noticia tenga que ver, ni lejanamente, con el dictador. Tanto que hasta existe la ley de Godwin, cuyo enunciado es: “A medida que una discusión en línea se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno”.

Esta práctica, tan conocida para cualquiera que ojee habitualmente los comentarios que se dejan en los publicaciones digitales, ha terminado por sacar de quicio a los responsables de la sección de tecnología de una emisora pública noruega NRKbeta, que han buscado una solución para acabar con los troles que abarrotan sus noticias. Ahora, cualquiera que quiera escribir cualquier apunte en alguna de sus informaciones deberá utilizar unos segundos en responder un pequeño cuestionario online de tres preguntas –con tres opciones cada una– para verificar que quien escribe se ha leído la noticia. Solo así se desbloqueará la posibilidad de dejar un comentario.

En una noticia sobre Stalkscan, una nueva aplicación de Facebook, el cuestionario previo a los comentarios pregunta: ¿Debemos estar aterrados por Stalkscan?, ¿quién ha desarrollado Stalkscan? y ¿cuándo se puso en marcha Graph search [el precursor de Stalkcan].
En una noticia sobre Stalkscan, una nueva aplicación de Facebook, el cuestionario previo a los comentarios pregunta: ¿Debemos estar aterrados por Stalkscan?, ¿quién ha desarrollado Stalkscan? y ¿cuándo se puso en marcha Graph search [el precursor de Stalkcan].

Vamos a poner dos ejemplos, uno real y otro ficticio

En un artículo publicado en NRKbeta sobre Stalkscan, la nueva herramienta de Facebook que permite comprobar toda la información –pública– compartida por usted y por el resto de usuarios, las preguntas que nos encontramos para que nos den permiso para comentar son las siguientes: ¿Debemos estar aterrados por Stalkscan?, ¿quién ha desarrollado Stalkscan? y ¿cuándo se puso en marcha Graph search [el precursor de Stalkscan]. Las tres preguntas son tipo test y tienen tres opciones de respuesta. Todas pueden contestarse si se ha leído el texto con un mínimo de atención y, si no se responden las tres bien, no se puede acceder al formulario para comentar.

Vamos a poner un ejemplo de cómo funcionaría este sistema en España. Cogemos una noticia publicada en EL PAÍS. El título es: ‘Un juez prohíbe circular al autobús contra los transexuales de Hazte Oír’. Actualmente roza los 1.000 comentarios. Si, para comentar, los lectores se hubieran encontrado con este sistema, hubieran tenido que contestar correctamente a tres preguntas sobre la información en cuestión como, por ejemplo: ¿Cómo se llama el presidente del colectivo ‘Hazte Oír’?, ¿cuál es el lema que publicitaba el autobús? o ¿qué grupos han pedido al Gobierno que retire a ‘Hazte Oír’ la distinción de organización de utilidad pública? Eso sí, para ayudarles un poco, las preguntas serían tipo test y con tres opciones de respuesta posible.

Según Marius Arnesen, uno de los editores de NRKbeta, el objetivo también es que “la gente se tome 30 segundos antes de comentar” y así evitar el calentón del momento. Lo cierto es que, según explica, la web de NRKbeta es la única que sigue manteniendo los comentarios –no como su matriz, NRK, que acabó por eliminarlos– y esta decisión fue tomada en un intento de conservar el diálogo con los lectores, eso sí, de una perspectiva más constructiva.

Por el momento, aseguran que desde que pusieron en marcha esta medida, hará unas tres semanas, su público la ha recibido de forma positiva y en los comentarios apenas se cuelan troles. Lo que parece estar claro es que es una traba más para los troles. Y quizás así cuando los lectores quieran decir lo que piensan en los comentarios de un artículo, sus reflexiones tengan que ver de verdad con el contenido del mismo.

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