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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

Los 15 de Tarajal están más vivos que nunca

Una marcha celebrada en Madrid recuerda a las víctimas fallecidas en Ceuta

Este febrero se cumplen tres años de tragedia de Tarajal, en la que fallecieron 15 ciudadanos al intentar llegar a nado a la playa ceutí desde Marruecos en un caso recién reabierto por la Audiencia de Cádiz para dilucidar si la actuación de la Guardia Civil durante los hechos influyó en sus muertes. El pasado 11 de febrero se convocó una manifestación en Madrid para homenajear a estas víctimas en la que participó un colectivo principalmente integrado por población africana y afrodescendiente.

La diputada Rita Bosaho y mujeres afrodescendientes a la cabeza de la manifestación.
La diputada Rita Bosaho y mujeres afrodescendientes a la cabeza de la manifestación.Gloria Sekor

Las voces de los 15 fallecidos de Tarajal por la desgarradora actuación de la Guardia Civil no se ahogaron con ellos. Siguen vivas en la comunidad afrodescendiente y africana de España. Porque no olvidamos, el 11 de febrero recordábamos a más de una decena de seres humanos desde Madrid en una manifestación rotundamente negra, como diría Shirley Campbell.  Políticos, activistas, periodistas, estudiantes, todos ellos se unieron para una causa común: defender la dignidad de estos fallecidos, y de todas esas personas, que, por cuestiones de necesidad, se ven obligadas a dejar atrás su tierra en busca de oportunidades de desarrollo.

Políticos como la diputada de Podemos, Rita Bosaho, quien declaraba: “es una reivindicación justa. Me he unido porque creo que es importante, porque tenemos que estar allá donde hace falta luchar”. Y no es para menos, en un momento en el que los medios de comunicación comienzan a poner el foco en la determinación afrodescendiente por su reconocimiento, más de un centenar de personas expresaban su descontento con el racismo institucionalizado contra las personas negras.

Encabezada principalmente por mujeres negras de diferentes orígenes, el homenaje a las víctimas, dio ejemplo, una vez más, de que los afrodescendientes y africanos luchan por sus derechos, porque se reconozca su dignidad como seres humanos y por mostrar su repulsa a la impunidad de la que disfrutan los correspondientes miembros de la Guardia Civil, que el 15 de octubre de 2015 celebraba una archivación de la causa (que posteriormente ha sido reabierta).

La manifestación a su paso por la Calle Atocha.
La manifestación a su paso por la Calle Atocha.Gloria Sekor

En un recorrido desde Tirso de Molina hasta la Puerta del Sol, los manifestantes sustituyeron los pasos ahogados en el mar por sus pisadas fuertes, enérgicas y determinadas. Para clamar en las calles lo que no se respeta desde las instituciones. Por eso, es necesario recordar el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece que “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país”.

A su paso por la plaza de Antón Martín, la espiral de fortaleza, se mostraba en su máxima expresión; pidiendo para sí lo que en su día Juan Genovés plasmaba en El abrazo. Reclamando libertad de movimiento, pues quien sufre en su tierra ha de buscar, a marchas forzadas, un lugar mejor, reclamando tolerancia, pues solo en la aceptación de nuestras diferencias nos miramos como iguales, pero, por encima de todo, reclamando la dignidad que uno posee innatamente como ser humano. Esa dignidad, que en ocasiones se olvida, si el que migra proviene del sur global. Que no se olvida si se trata de un migrante occidental.

La marcha, en la plaza de Antón Martín, en un simbólico contraste.
La marcha, en la plaza de Antón Martín, en un simbólico contraste.Gloria Sekor

No sólo se trata de una cuestión humanitaria, sino histórica. La historia de España, está incompleta si no se habla de la migración que muchas personas realizaron hacia América a finales del siglo XIX, estableciendo proyectos de vida en Argentina, Colombia, Estados Unidos… Esas mismas vidas que se pierden diariamente en el mar, a las puertas de una Europa que olvida, construyendo muros, donde se necesitan puentes, diálogo y formación. No hace falta mirar a Estados Unidos para ver vallas. Están aquí, a la puerta de nuestras casas.

Para comprender el complicado tablero de la africanidad y afrodescendencia, a la dignidad y la historia hace falta sumarle la inconveniencia lingüística plagada de expresiones despectivas como “trabajar como un negro”, o “no seas gitano”. Estas expresiones normalizan la superioridad sobre ciertos colectivos, a los que se presenta, de esta manera, como inferiores. Además, en el imaginario colectivo, se ha plasmado la imagen del “negro en patera”. ¿Y por qué no hablamos también de esos referentes que posee la población afro?. ¿Por qué no mencionamos a la periodista Lucía Mbomío, a la cantante Astrid Jones, a los actores de The Black View y tantos otros que también pertenecen a la población negra en España?

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Y es que, como afirmaban las proclamas de los manifestantes, “las vidas negras también importan”, y es ese el mensaje principal a transmitir. que no toleramos más impunidad ante estos sucesos, que nuestras vidas tienen el mismo valor que las demás, que no somos inmigrantes, no somos subsaharianos, no somos “negritos”, sino personas plenamente conscientes de sus derechos.

El de Tarajal se trata de un acto especialmente significativo por la crudeza de las imágenes, por las declaraciones del entonces director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, tildando de “ejemplar” la actuación de los agentes y por la deshumanización hacia estas personas. Para rizar por completo el rizo, Fernández de Mesa, ha sido contratado por Red Eléctrica Española en el consejo de administración. ¿Qué lección podemos sacar de esto? Que no solo no se castiga, sino que se premian este tipo de acciones.

Pero no son estas las únicas vidas que recordamos. Según la Organización Internacional para las Migraciones, durante el periodo entre el 1 de enero y el 8 de febrero de 2017 han fallecido aproximadamente 25 personas en dirección a las costas españolas, mientras que para estas mismas fechas durante el año 2016 fallecieron ocho.

Jóvenes afrodescendientes con cárteles de las víctimas.
Jóvenes afrodescendientes con cárteles de las víctimas.Gloria Sekor

Sin embargo, 2016 ha batido récords de cifras mortíferas en el Mediterráneo, los datos de ACNUR hablan de 5.000 fallecidos en el mar Mediterráneo, es decir, unas 14 personas diarias. Mientras países como España se pasan la patata caliente, las organizaciones humanitarias reclaman mayores medidas de seguridad en los rescates en el mar y políticas más flexibles en la aceptación de refugiados.

Estas peticiones internacionales se aúnan en la Declaración Conjunta de ACNUR y la Declaración Internacional para las Migraciones, en la que piden a los estados europeos crear “servicios de recepción adecuados” que gestionen estas movimientos de personas. Finalmente, en la Puerta del Sol, ponían punto y aparte a la reivindicación. No se trata de un final, sino del inicio de un largo camino para un segmento de la población que rescata sus orígenes, mar de por medio.

Gloria Sekor es estudiante de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y presentadora de Melanina, un programa de radio sobre afrodescendencia y africanidad. Además, pertenece a Kwanzaa Asociación Afrodescendiente Universitaria y es voluntaria en SOS Racismo.

Homenaje final en recuerdo de los fallecidos.
Homenaje final en recuerdo de los fallecidos.Gloria Sekor

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