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WORLD GOVERNMENT SUMMIT

Hagamos el mundo grande otra vez

Participantes del World Government Summit instan a perseguir los ODS al margen de la incertidumbre

Un hombre con una gorra que imita las de la campaña de Trump, este domingo en Dubái.
Un hombre con una gorra que imita las de la campaña de Trump, este domingo en Dubái.Jon Gambrell (AP)
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Ni está ni se le espera, pero la sombra del presidente de Estados Unidos planea constantemente por el World Government Summit, la cumbre inaugurada este domingo en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) que reunirá hasta el miércoles a políticos, funcionarios y expertos de todo el mundo para analizar los grandes retos del presente y, por la cuenta que nos trae —si hacemos caso al economista estadounidense Jeffrey Sachs—, del futuro del planeta. "Miremos al horizonte", casi suplicó Sachs. "Hay mucho ruido y miramos a lo urgente, pero no a lo importante", alertó.

Y lo importante, para Sachs, no es cómo vaya a influir el nuevo inquilino de la Casa Blanca en el corto plazo, sino el bienestar. O, como se ha hablado estos días en un país que tiene un Ministerio del ramo, la felicidad. Una felicidad que, según el economista, está cayendo incluso en países en los que crece la economía. "No se trata de alcanzar cifras de PIB, sino de paz, oportunidades y bienestar". Y ese bienestar para todos solo se puede alcanzar, según el experto, a través de la llamada Agenda 2030. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El presidente de EE UU flotaba por todas partes, aunque ningún ponente del foro lo nombraba directamente. Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, demostró sus dotes para eludir la palabra clave. Y Sachs tampoco lo hizo, aunque en una sesión sobre los ODS lanzó rápidamente la puya. "No importa lo que digan los lobistas que hay en el nuevo Gobierno estadounidense: el cambio climático es real. Está pasando", clamó en relación con una lucha que considera "clave" dentro de la agenda que el mundo se ha marcado para 2030.

Tampoco nombró al magnate-presidente el alcalde de Atlanta (la principal ciudad de Georgia, EE UU), Kasim Reed, aunque también se refirió a su influencia para avanzar en el desarrollo sostenible, dando a entender que no cree que sea beneficiosa. Pero tampoco que los progresos se vayan a parar por ello. "No tengo por qué esperar tres años a que haya un Gobierno con el que se puedan hacer cosas", opinó el regidor. En cualquier caso, para Reed, los Estados son estructuras demasiado lentas para cambiar las cosas al ritmo necesario. "¡Trabajemos en las ciudades!", pidió. El político demócrata cree que las urbes tienen en sus manos entre un 30% y un 35% de lo que hay que hacer para llegar a 2030 con los deberes cumplidos.

Nuevos paradigmas

A la sombra de un lujoso complejo hotelero de Dubái, el recinto que sirve de sede al World Government Summit estaba repleto de políticos, expertos y asistentes, de los Emiratos y de todo el mundo. Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial de Davos, daba la bienvenida a la cumbre junto con sus propias recetas para los Gobierno del futuro, que es lo que se busca en la cumbre.

Desde olvidarse de "arreglar" el sistema neoliberal haciéndolo más inclusivo ("hay que buscar otro sistema que ponga a la persona en el centro"), hasta limitar el número de leyes o regulaciones, pasando por la necesidad de seguir ofreciendo educación a los ciudadanos durante toda su vida o prepararse para los cambios que se avecinan con la "Cuarta Revolución Industrial". Schwab avanzaba así sus "nuevos paradigmas" para abrir la discusión de tres días.

Si, de entre todos los objetivos, Sachs se centró especialmente en el cambio climático —"no hagamos caso a los lobistas, sino a los científicos", insistió— lo mismo hizo Patricia Espinosa, la jefa del clima de las Naciones Unidas. Espinosa recordó que los efectos del clima sobre los más vulnerables pueden sabotear el progreso en el resto de metas, como acabar con el hambre, garantizar el agua, promover el crecimiento económico sostenible e inclusivo... y así en cadena hasta los 17.

Hace ya más de un año que se aprobaron, hay centenares de instituciones trabajando en ellos, pero, ¿conocen los ciudadanos su importancia? ¿están comprometidos a alcanzarlos? "Si no llegamos a la gente, si no la movilizamos, no hay nada que hacer", sostuvo Enrico Giovannini, estadístico, exministro de Trabajo en Italia y portavoz de la Alianza Italiana para el Desarrollo Sostenible. Su organización ha organizado un festival para atraer a los italianos a esta misión compartida. Pensando más allá de los temores, compartidos por los pasillos y corrillos —donde sí se le llamaba por su nombre— sobre lo que pueda hacer Donald Trump. Y buscando, como rezaba una gorra que imitaba las de la campaña del presidente, hacer el mundo grande (o al menos sostenible) otra vez.

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